El Ayuntamiento de Eivissa quiere derribar la antigua Delegación del Gobierno «cuanto antes» ya que el mal estado de su estructura supone «un peligro» para los peatones y usuarios de las líneas de autobús de Sant Antoni y Santa Eulària, que tienen sus paradas junto al ruinoso edificio ubicado en la avenida Isidor Macabich. El concejal de Obras Públicas, Juan Daura, explicó ayer que la tramitación para realizar las obras de demolición «se alargó más de la cuenta». «Pero en cuanto tengamos la aprobación se sacará a licitación y tiraremos para adelante», añadió el edil.
Daura aseguró que el derribo se intentará realizar antes del verano, aunque otras fuentes municipales explicaron que se llevará a cabo sin importar que coincida con la temporada alta, porque la prioridad es la seguridad de los viandantes. «Hay que hacerlo cuanto antes porque aquello es un peligro, cualquier día caerá un pedrusco y la liaremos», afirmó el concejal.
Según ha podido saber este periódico, los técnicos municipales ya advirtieron del riesgo que supone tener este ruinoso edificio en pie y aconsejaron que su derribo se acometa de inmediato.
[Más información en Kiosko y Más y en la edición impresa]