El pleno del Ayuntamiento de Sant Antoni rechazó ayer con los votos en contra del PP y del PSOE-Pacte la propuesta del PI de vender la actual sede municipal para volver a la antigua sede del Passeig de ses Fonts donde se construiría un nuevo edificio con el dinero de la venta del local. Con esta propuesta el PI entiende que «se rebajaría la abultada deuda y se podría tener liquidez para reformar la antigua sede y poder trasladar de nuevo allí las dependencias municipales. En la actualidad, el Ayuntamiento está pagando una hipoteca anual de 287.138 euros desde hace una década y que se prolongará hasta el 2030 por el actual local. «Creemos que era una buena manera de reducir deuda y de dar mayor vida al casco antiguo», aseguró ayer el concejal del PI Joan Torres.
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