Balears es la cuarta comunidad autónoma con menor gasto sanitario público en 2011, con 1.273 millones, según el Informe del Tribunal de Cuentas sobre el sector público autonómico correspondiente a los ejercicios 2010 y 2011, recogido por Europa Press.
Además, las Islas Balears también se encuentran por debajo del gasto medio por habitante de la sanidad, que se sitúa en los 1.322, con 1.144 euros. Es uno de los más bajos del país, sólo por detrás de Andalucía (1.121).
A nivel estatal, el informe destaca que como consecuencia de las medidas legislativas para la reducción del déficit público adoptadas a partir del ejercicio 2010, en 2011 se redujo el gasto sanitario en todos los sectores, excepto Mutualidades de Funcionarios, ascendiendo en dicho ejercicio a 67.626 millones de euros, correspondiendo, al sector CCAA el 91,9 por ciento del total del gasto -62.169 millones de euros- al ser éstas las responsables últimas de su ejecución.
Volviendo al gasto por CCAA, Cataluña se posiciona la primera con 10.120, le sigue Andalucía con 9.442 y Madrid 8.418 millones de euros, respectivamente. Les siguen Comunidad Valenciana con 6.717 millones, País Vasco con 3.566, Galicia con 3.556, Castilla y León con 3.332, Castilla- La Mancha con 3.067, Canarias con 2.731, Murcia con 2.266, Aragón con 2.051, Asturias con 1.721, Extremadura con 1.693 y Baleares con 1.273. Al final de la tabla La Rioja (461), Cantabria (676) y Navarra (988) con el gasto más bajo.
En relación a su población, en 2011, las comunidades con mayor gasto sanitario público en euros por habitante son País Vasco (1.632 euros por habitante), Asturias (1.591) y Navarra (1.538). Le sigue Murcia (1.541), Extremadura (1.526), Aragón (1.523), Castilla- La Mancha (1.450), La Rioja (1.428), Cataluña (1.342).
Por debajo del gasto medio por habitante que se encuentra en los 1.322 euros, se encuentra la Comunidad Valenciana (1.313), Castilla y León (1.302), Madrid (1.297), Cantabria (1.293), Canarias (1.284), Galicia (1.272), Balears (1.144) y Andalucía (1.121).
La tasa de variación interanual del gasto sanitario público desagregada según comunidad autónoma en el bienio 2010-2011, implica que en términos de gasto total, que incluye la inversión (gastos de capital), se experimentó un descenso del 2,1 por ciento. Así, el informe indica que las que más redujeron su gasto sanitario fueron Baleares un 18,8 por ciento; Cantabria un 10,6 por ciento; y Castilla y León un 7,9 por ciento. Unicamente cuatro comunidades incrementaron su gasto, con aumentos que oscilaron entre el 1,1 por ciento de Murcia y el 14,3 por ciento de Madrid.
Gastos con cargo a ejercicios futuros
Por otro lado, el porcentaje del gasto sanitario público dedicado por las comunidades autónomas a la remuneración de su personal osciló entre el 35,8 por ciento de Cataluña y el 57,0 por ciento de Castilla y León.
El gasto farmacéutico representa el 18,9 por ciento del gasto consolidado del sector, y experimentó un descenso de un 8,6 por ciento respecto al año anterior, si bien en ambos ejercicios la cuantificación del gasto incluye también el importe de facturas pendientes de aplicar a presupuestos en ejercicios anteriores.
En general, el informe señala que «el sector sanitario reviste una peculiaridad con respecto al resto de áreas del sector público, que se manifiesta en la limitación del documento presupuestario para actuar como instrumento de previsión y control de su actividad», advierte el informe que, más adelante, explica se recurre de forma periódica a generar gasto que excede las consignaciones presupuestarias.
«Esta situación, a su vez implica la tendencia generalizada de realizar gastos en el ejercicio sin la necesaria cobertura financiera lo que conlleva la no contabilización en éste de un relevante monto económico de gasto, derivando el mismo a ejercicios posteriores, con incumplimiento de los límites cuantitativos y de anualidad establecidos legalmente», añade.
Asimismo, observa un «paulatino incremento», con especial relevancia en algunas CCAA en la consignación de compromisos de gastos con cargo a ejercicios futuros, que «puede distorsionar la sostenibilidad financiera del sistema autonómico de gestión sanitaria».
El informe remarca que, a la hora de abordar el análisis del gasto sanitario de las comunidades autónomas, hay que tener en cuenta que nuestro sistema autonómico no es uniforme, sino que, por el contrario, las distintas comunidades difieren no sólo en sus características geográficas, demográficas, sociales y económicas, sino también en lo que respecta al sistema de financiación de sus administraciones y a las formas de gestión de sus competencias, pudiendo dar lugar a comparativas heterogéneas que impiden efectuar conclusiones mínimamente claras desde un punto de vista informativo.