La oficina de la Dona presentó ayer sus datos anuales que muestran un aumento de los casos atendidos por esta institución en un 7,4%. Así, en 2013 esta oficina atendió un total de 460 mujeres mientras que este año fueron 497 casos.
Un total de 440 mujeres pasaron por el programa de atención a víctimas de violencia de género, cuando en 2013 fueron 398, es decir, que ha aumentado un 9,5%. De estos 398 casos, el 70% fueron por maltratos físicos y psicológicos, el 21,8% por maltrato psicológico y el 4,86% por agresiones sexuales. La franja de edad donde hay más víctimas es entre los 20 y los 40 años. De la totalidad de los casos atendidos, un 41,8% son de mujeres entre 31 y 40 años y el 23,6% son de entre 21 y 30 años, luego siguen las edades comprendidas entre los 41 y 50 años con un 18,6%, un 9,3% son mayores de 50 años y el 3,2% son chicas de entre 16 y 21 años. En el caso de las jóvenes, la responsable de la Oficina de la Dona, Olga Guerra, advirtió que «les cuesta mucho más denunciar porque no reconocen lo que les está pasando, minimizan y relativizan mucho la situación y creen que eso no va con ellas».
En la presentación de estos datos también estuvo presente la consellera de Bienestar Social, Mercedes Prats, la directora del CEPCA, Belén Alvite, y la directora de la compañia teatral Musicaldansa, Nadia Banegas.
Un dato destacado es el aumento de mujeres que hace más de 10 años que sufren maltrato y que han acabado denunciando, un hecho que, según Guerra, está relacionado con mayor apoyo por parte de los hijos a que su madre denuncie.
En el programa de alojamiento en hogares de acogida, más o menos los números son parecidos a los de 2013 con 34 mujeres y 29 niños acogidos este año. Sin embargo sorprende el tiempo medio de estancia en estos hogares que pasa de 61 días a sólo 34, reduciéndose a la mitad en un año: «La estancia en acogida se ha reducido porque las mujeres tienen más recursos, se nota que ha habido una buena temporada y las víctimas disponen de dinero para ser autosuficientes», explicó Guerra.
Por su parte, Mercedes Prats advirtió que los patrones de conducta del maltrato se están reproduciendo de una manera «alarmante» entre los jóvenes que «necesitan encontrar lugares de convivencia donde hombres y mujeres vivan en igualdad». Un extremo confirmado por la directora del CEPCA, Belén Alvite, que desarrolla programas de prevención de estas conductas en las escuelas. Alvite aseguró que hay jóvenes que llevan a cabo conductas erróneas como dar la contraseña del móvil «por amor y por confianza» o identificar los celos con el amor, y advirtió que «no paran de salir casos nuevos entre los jóvenes».
Por otra parte, Guerra señaló que el maltrato psicológico también se puede denunciar y se pueden obtener órdenes de alejamiento.