La Agència Balear de l'Aigua i Qualitat Ambiental (Abaqua) tiene previsto fijar el emisario de Talamanca al fondo de la bahía en el mes de enero, una actuación que pretende conseguir que la infraestructura no se levante por la presión del agua, como así sucedió la última vez que el emisario se rompió a finales de noviembre. Además, también se volverán a colocar los pesos que en la actualidad están sobre la escollera. Si el mal tiempo impidiera su fijación, los trabajos se retrasarían hasta el mes de febrero.
Esta será la primera intervención de las que se llevarán a cabo antes del verano en la bahía de Talamanca para impedir de todas las formas posibles que el emisario vuelva a romperse y la playa tenga que cerrarse al baño. Otra de estas medidas es el balizamiento del emisario. Legalmente, la única forma de balizarlo es con una boya la desembocadura del emisario, a 1.500 metros de la costa, e inscribirlo en el libro de derrotas. No obstante, otra de las opciones es que el Ayuntamiento de Vila haga un canal de entradas y salidas de hasta 200 metros en el que las embarcaciones no puedan estar fondeadas. Si el Consistorio quiere balizar encima del emisario, la Conselleria de Medi Ambient balear no pondrá ningún impedimento.
Por otra parte, fondear en la bahía de Talamanca está prohibido por ley, ya que toda la zona está cubierta de posidonia. Sin embargo, esto no impide que decenas de embarcaciones fondeen allí en verano, por lo que para la próxima temporada el Govern pondrá en marcha un sistema de vigilancia igual que el que funciona desde hace varios años en Formentera.
Un servicio que podría llevar a cabo tanto Abaqua como la Dirección General de Medi Ambient y que desde el Ejecutivo balear consideran que sería la más efectiva para que el emisario no se volviera a romper, ya que sus técnicos aseguran que el 90% de las roturas están provocadas por las anclas de las embarcaciones.