El Govern balear anunció este fin de semana, a través del Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB), el inicio del proceso de licitación de las obras del emisario marítimoterrestre de la depuradora de Cala Tarida, en Sant Josep. Se trata de uno de los elementos necesarios para poner en marcha esta infraestructura, que lleva parada desde 2008, además de la estación de bombeo y el colector de impulsión.
Para el emisario, el Consell de Govern aprobó el pasado mes de diciembre una partida de 2.551.255. Las obras, que tendrán un plazo de ejecución de seis meses, consisten en su tramo terrestre con una longitud de 850 metros. En la parte marítima, se soterrará los primeros 500 metros para que no afecte al fondo marino y, a continuación, el emisario se apoyará sobre el fondo a lo largo de 600 metros y dispondrá de un tramo difusor en forma de Y de 44 metros.
La fecha límite para la presentación de ofertas se alargará durante 26 días a contar desde el día de la publicación del anuncio en el BOIB, es decir hasta el 19 de febrero.
El Govern también tiene prevista la construcción de la estación de bombeo de Cala Corral, que tendrá dos bombas de 110 kW cada una, además del colector de impulsión de aguas residuales, que saldrá de la estación de bombeo, cuyo trazado coincidirá en su mayor parte con el del emisario terrestre y tendrá una longitud de 956 metros.
Estas instalaciones, cuando entre en funcionamiento la depuradora, prestarán servicio a unos 15.000 habitantes de los núcleos de Cala Tarida, Cala Codolar, Cala Llentia, Cala Corral y Cala Molí.
Visita Company
Precisamente, el conseller de Medi Ambient i Territori, Biel Company, aprovechará su visita a Eivissa de mañana para mantener una reunión con los vecinos de Cala Tarida para tratar la situación de la depuradora de esta zona.
La entrada en funcionamiento de esta depuradora es una de las reclamaciones del municipio de Sant Josep y, especialmente, de la zona de Cala Tarida, que cada año recuerdan la necesidad de esta instalación, ya que en verano se producen problemas similares a los que se viven actualmente en Talamanca. De hecho, en agosto de 2013 un vertido procedente de la depuradora obligó a limpiar manualmente la playa de Cala Tarida, aunque no se tuvo que impedir el paso a los bañistas.