Jaume Fornés es el presidente de ASINEM, la Asociación de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y de Telecomunicaciones de Mallorca. Una organización empresarial que representa a 550 empresas con un volumen de negocio aproximado de 150 millones de euros al año.
—¿Cómo valora la situación del colectivo al que representa ASINEM?
—El sector representado por ASINEM no es ajeno a las vicisitudes ni a las condiciones de otros sectores de producción. Las empresas instaladoras en este momento se encuentran bastante animadas por los primeros datos que van confirmando el comienzo de la salida de la crisis. Han pasado por la misma dramática situación de los otros sectores aunque tengo que decir que la crisis nos llegó con el sector de instalaciones infradimensionado de tal manera que en sus primeros años, cuando la demanda superaba ampliamente la oferta, supuso casi un alivio hasta que se produjo el equilibrio entre ambas.
—En su opinión, ¿qué retos afronta el instalador en Baleares?
—La innovación, la formación y el desarrollo tecnológico son los retos que desde siempre ha tenido que afrontar la empresa instaladora. Nos encontramos en uno de los mercados más dinámicos en cuando a innovaciones tecnológicas en materia de control, eficiencia y seguridad lo que a su vez, conlleva la adaptación constante de la normativa con nuevas disposiciones a las que también hay que atender permanentemente. Aquí es donde ASINEM tiene su protagonismo, ofreciendo a sus empresas el soporte necesario que les facilite su adaptación a esos cambios constantes con un asesoramiento serio y riguroso y con un programa formativo reconocido en todos los ámbitos.
—Hay zonas turísticas en las que se están renovando y modernizando una parte muy importante de hoteles ¿cómo valora el esfuerzo inversor de los empresarios hoteleros?
—Hay que reconocerlo como muy positivo. Aquí sin duda también ha tenido un protagonismo la Administración autonómica que ha hecho un esfuerzo importante para garantizar la seguridad de las instalaciones hoteleras teniendo en cuenta que se trata de la primera industria del país. En los dos últimos años la Direcció General d'Indústria i Energia ha llevado a cabo una intensa labor informativa entre el sector recordando las obligaciones que en materia de seguridad de las instalaciones deben reunir los establecimientos abiertos al público. Por otra parte, el alto coste de la energía, que en los últimos ocho años ha experimentado un incremento de más del 70%, ha obligado al sector hotelero a realizar también importantes inversiones en materia de eficiencia energética para reducir ese coste que, con el tiempo, se ha convertido en una de las partidas más importantes en el capítulo de gastos generales del negocio turístico. Creo que ese esfuerzo tendrá consecuencias positivas para todos.
—¿Cree que se puede ligar la industria al turismo y aprovechar las sinergias de ambas?
—La relación entre empresas hoteleras y el sector industrial eléctrico siempre ha sido muy buena. Gracias a la unión de las dos, podemos decir que tenemos una planta hotelera que cumple las más exigentes premisas de cualquier instalación en cuanto a seguridad, control y eficiencia energética. Nuestro sector no está ajeno a los nuevos avances tecnológicos en general que puedan ser importantes para el mundo empresarial hotelero. Sabemos que la competitividad que tenemos hoy con los otros países es muy elevada por lo que nuestro liderazgo depende de que nuestros hoteles tengan una mejor calidad integral, con una alta tecnología en confort y una eficiencia energética que permita reducir costes y aumentar rentabilidad para seguir invirtiendo.
—¿Considera que durante esta legislatura se ha potenciado la colaboración público-privada en cuanto a la adaptación normativa?
—En nuestro caso tengo que decir que sí. Nuestra asociación participa en diversos consells consultius del Govern lo cual siempre favorece la trasparencia y esa colaboración a que se refiere.Pero yo quiero destacar aquí la llamada Plataforma para la Seguridad Eléctrica creada por esta administración y que ha sido un foro que ha dado frutos muy importantes. Está formada por la propia Direcció General d'Indústria i Energia, las compañías eléctricas, entidades de inspección y control, colectivos de ingenieros, e instaladores. Desde esa plataforma se han consensuado medidas tendentes a favorecer la seguridad de las instalaciones tanto de nueva construcción, como en instalaciones de enlace, sector terciario, etc..
—Durante los años de la crisis, el grueso de los sectores económicos ha sufrido problemas de falta de financiación y deudas acumuladas de las administraciones, ¿considera que se ha desatascado esta situación?
—Por propia experiencia y la de bastantes compañeros afiliados creo que puedo decir que sí. La situación de impago por parte de la Administración era una situación absolutamente insostenible y que en nuestro sector también ha creado problemas serios. Afortunadamente, este problema ya está superado gracias a un gran esfuerzo del Govern.
—El Govern destinó en 2014 más de 1,5 millones de euros a financiar instalaciones de energías renovables para autoconsumo ¿valoran positivamente el impulso del Govern en esta materia?
—Naturalmente que es positivo. Sabemos que el Govern además ha puesto su empeño político en que estas ayudas salgan adelante, en ocasiones en contra de las directrices que desde el Ministerio se venían imponiendo. Nosotros mismos en ASINEM nos hemos aprovechado de esas ayudas y disponemos ahora de una modesta pero testimonial instalación de autoconsumo que en un año nos ha supuesto un ahorro de casi 2.000 euros.
—¿Cómo valora el impulso del Govern a los vehículos eléctricos?
—Es otra medida a aplaudir con fuerza y por varios motivos. En primer lugar Baleares es un escenario perfecto para la implantación y desarrollo del vehículo eléctrico dadas las características geográficas de las islas y las limitaciones de autonomía de este tipo de vehículo. Con dos mil puntos de recarga repartidos estratégicamente por las islas tal y como ha programado el Govern, sería suficiente para atender la demanda de gran parte del parque de vehículos de alquiler en el período estival. Con ello podríamos conseguir que las islas se convirtiesen en un impresionante escaparate internacional donde las marcas que apuestan en estos momentos por la movilidad eléctrica estableciesen las islas como banco de pruebas reales sobre sus posibilidades. El visitante europeo está muy concienciado con la problemática medioambiental y ello también ayudaría a lo que hoy llamamos "crear marca" que en una economía como la nuestra solo puede aportar beneficios..
—El programa de FP Dual del Govern ¿supone una inversión para las empresas?
—La FP dual supone una pequeña revolución en este tipo de formación. Con ella, desde el primer momento el alumno se integra en la empresa en calidad de "aprendiz" recuperándose esa figura tan arraigada en nuestra tradición industrial además de crearse unas sinergias naturales entre la familia educativa y la empresa que hacen que tanto una como otra participen de sus respectivas necesidades. Con la formación profesional tradicional, te podías encontrar con alumnos de grado superior con un brillante expediente académico y que encontraban dificultades para encajar en las empresas ya que en ocasiones los programas formativos iban por sendas diferentes a las de sus necesidades en materia de recursos humanos. Con la FP Dual eso ya no va a ocurrir ya que el alumno junto con su tutor va a ser la vía de comunicación y correa de transmisión de esas necesidades y de qué es lo que el mercado reclama de los centros de enseñanza.