Como un héroe. Y con pancartas en las que se podía leer «Ibiza te quiere», «Porque tú eres la voz», «Ibiza está con Joaquín» y «Joaquín, te queremos». Así recibieron ayer una decena de familiares y amigos, uniformados todos con camisetas con su rostro, a Joaquín Garli a su llegada al aeropuerto de Eivissa tras la gran final del programa La Voz de Telecinco.
Fue una gran sorpresa que el cuarto clasificado del programa no pudo ocultar en su rostro. Con atuendo cómodo, camiseta de tirantes rosa, pantalón corto y gorra negra, y muy cansado, la emoción se apoderó del profesor de música y compositor de musicales, e incluso estuvo a punto de llorar. Sobre todo al ver a sus dos hijos, Carmela y Mario, y abrazarse con su madre y su pareja, Nathalie Roig, componente del grupo ibicenco Sequoia Tree. «Ha sido muy emocionante porque les echas mucho de menos, sobre todo cuando no estás ensayando ni en el plató», comentó el gran protagonista.
Después fue el turno de los abrazos, de agradecer su presencia en el aeropuerto y de hacer balance de su paso por el programa ante los medios de comunicación. «Estoy súper feliz, súper contento y súper cansado, pero prima mucho más lo primero», fueron sus primeras palabras antes de valorar su puesto en la final: «No me esperaba ningún resultado, el que fuera ya era bienvenido porque lo de ayer fue más que una gran final un magnífico concierto en el que tuve la gran suerte de participar», aseguró el ibicenco.
«He notado el apoyo de Eivissa»
Ahora, y mientras asegura que de su paso por La Voz se queda «sin duda» con el primer programa, la audición a ciegas en la que consiguio poner en pie a Malú, Alejandro Sanz, Antonio Orozco y Laura Pausini con su interpretación al piano de I believe I can Fly de R. Kelly, asegura que ahora toca descansar y pensar en el futuro. «Intentaré relajarme un poco, analizar lo que ha pasado y ver qué posibilidades tenemos de grabar un disco, porque tengo varias propuestas», confirmó antes de volver a dar las gracias al público de Eivissa. «Ha sido increíble, he notado el aliento de todos los ibicencos y es que no había visto a la gente tan movilizada desde las manifestaciones contra las autopistas», concluyó.