El Ayuntamiento de Vila precintó ayer la mayoría de los elementos del restaurante de lujo Cavalli, ubicado en el Paseo Marítimo, por persistir y no enmendar varias infracciones urbanísticas, por ocupar un espacio de vía pública más extenso del que le corresponde y por romper el primer precinto, practicado a principios de esta misma semana. Y es que agentes de la Policía Local se personaron el jueves en el exclusivo establecimiento y comprobaron que los responsables no sólo habían roto el cerco que indicaba la clausura sino que también habían instalado un equipo de música, cuando tampoco tienen licencia para ello.
Cabe recordar que la licencia del local abarca simplemente la categoría de kiosko-bar y que se trata de una concesión del propio Ayuntamiento, por lo tanto en realidad estamos hablando de un espacio público cedido.
Fuentes del Consistorio indicaron a este rotativo que al inicio de esta legislatura ya se habían encontrado informes que señalaban diversas infracciones por parte de Cavalli. Estas son básicamente de dos tipos: las consideradas infracciones urbanísticas como tal (baños públicos integrados irregularmente en el complejo, instalación de pérgolas sin licencia o tarimas) y la citada ocupación de vía pública, que excede en varios metros lo permitido por la normativa municipal.
Proceso
A partir de ahora continúa el proceso sancionador. La cuantía de las multas y las decisiones administrativas que se apliquen y dependerán de la gravedad que se determine en las infracciones citadas y en la reacción de la propiedad del Cavalli.
Asimismo, el Ayuntamiento retiró ayer las estructuras fijas de dos locales ubicados en el paseo Vara de Rey.
Estas actuaciones se enmarcan en el acuerdo al que se llegó la semana pasada en la Junta de Portavoces del Consistorio, consistente en ejercer una mayor labor de inspección y control sobre las ocupaciones de vía pública por parte de los negocios de restauración de la ciudad, especialmente en las zonas indicadas del Paseo Marítimo y s'Alamera.