Los vecinos de Sant Jordi mostraron ayer su indignación ante el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas ‘Agustinet', que decidió «dar la cara» —«y si hace falta a que me la partan», dijo— para explicar la situación ante la que se encuentra el municipio por la falta de agua.
El primer edil ofreció en un power point varios datos como el aumento de la población del 46% en los últimos diez años, el incremento constante del consumo, la cantidad de agua que se extrae de los pozos (2,3 millones de metros cúbicos en 2014) o el bajo rendimiento de la red municipal (56%). Explicó las aportaciones de agua que reciben de Matursa (100-150 toneladas), Vila (500-800) y Empresas Matutes (300-500) y el concejal de Agua, Ángel Luis Guerrero, detalló todas las inversiones que realizará en materia de agua el Ayuntamiento, que tiene previsto dedicar todos los recursos económicos en los próximos tres años para una mejora de la calidad.
El alcalde aclaró que la solución definitiva pasa por acabar la interconexión y poner en marcha la desaladora de Santa Eulària y envió un mensaje de «esperanza»: «Me atrevería a decir que en el verano de 2016 el agua buena será una realidad».
No obstante, una vez llegado el turno de palabra, los vecinos mostraron su descontento y pidieron explicaciones de porqué siguen pagando una factura por un agua que no pueden utilizar «para nada». «Cada dos por tres tengo que cambiar los grifos, el termo, la lavadora, no puedo regar las plantas ni lavarme el pelo», decía indignada una vecina. El responsable de Aqualia, que también sufrió la ira de los vecinos, explicó que «lo que se paga es el hacer llegar el agua hasta las casas». También respondió a las quejas sobre la tardanza en la que se atienden los avisos y justificó que reciben 1.600 incidencias anuales (cuatro diarias), aunque recogió la petición de ampliar la plantilla: «Estamos en ello».
Tampoco entendieron por qué el canon que pagan por el servicio no se revierte en una mejora. En este sentido, ‘Agustinet' recordó que la gestión es del Govern balear y que Sant Josep recauda hasta 3,5 millones de euros anuales por este canon. «Se paga mucho y revierte poco. Es uno de los motivos por los que reclamamos gestionar el agua desde Eivissa», explicó el edil, que reconoció que la responsabilidad del bajo rendimiento de la red es del Ayuntamiento, aunque detalló que también «se aceptó la cesión de la red con unas condiciones muy malas».
El alcalde también reivindicó que la situación de crisis del agua se compartiera entre toda la isla y que no afectara solo a Sant Josep, mientras que algunos vecinos se mostraron dispuestos a recoger firmas o realizar manifestaciones para poner fin a esta situación que afecta al municipio desde hace muchos años.