El Ayuntamiento de Vila se llevó ayer un buen chasco al enterarse de que las entidades financieras que operan en la isla no tienen ninguna vivienda en stock que pueda destinarse a alquiler social, como así pretendía el Consistorio. «Pensábamos que hoy ya tendríamos 20 pisos encima de la mesa y tenemos cero. Nos queda un arduo trabajo por delante», comentó ayer el alcalde de la ciudad, Rafel Ruiz, después de reunirse en Can Botino con los representantes de hasta 14 entidades para explicarles los puntos sobre desahucios aprobados por unanimidad en sesión plenaria.
La reunión de ayer también puso de manifiesto que el gran problema de la vivienda en Eivissa no son los desahucios sino la falta de alquiler para todo el año y a un precio asequible. «Intentaremos implementar programas para aquellos que tienen problemas para alquilar. Sabemos que hay gente que por inseguridad ante unos posibles impagos prefieren tener el piso vacío», apuntó el alcalde. Por su parte, el teniente de alcalde Joan Ribas se mostró partidario de regular los pisos turísticos: «En el momento en que se regulen los pisos turísticos comenzaría a haber gente que le convendría más alquilar todo el año».
Compromiso
Los bancos se comprometieron a estudiar la petición del consistorio de firmar un compromiso social que certifique que no llevan a cabo desahucios ahora y en un futuro. Las entidades que suscriban este compromiso serán valoradas por el Ayuntamiento de forma positiva en sus contrataciones. «El Ayuntamiento de Eivissa es un gran cliente de las entidades bancarias, movemos una gran cantidad de dinero, por lo que nos tienen que tratar bien», aseguró Joan Ribas.
A su vez, las entidades informarán a los clientes que se encuentren en situación de impago de la hipoteca sobre la posibilidad de acudir a los servicios sociales del Ayuntamiento. «Si los bancos ven que una persona lleva un par de meses que no puede cubrir el coste de la hipoteca, que le informe de que los servicios sociales del Ayuntamiento de Eivissa colaborarán», apuntó Ribas.