El Ayuntamiento de Sant Antoni aprobó ayer por unanimidad la prórroga por un periodo máximo de un año, hasta agosto de 2016, del contrato de gestión de la zona azul a la actual concesionaria, la empresa Silsa.
No obstante, el equipo de gobierno aseguró que su voluntad es que tras esta prórroga, cuando salga a concurso de nuevo el contrato, el sistema de gestión cambie en invierno. Lo que el gobierno municipal persigue es el aparcamiento libre fuera de la temporada turística en todo el municipio con la excepción del área comercial, donde se implantaría una rotación gratuita. En verano, se mantendría el actual sistema de pago aunque se propondrá la reducción del número de calles afectadas por la zona azul, aspecto que debe debatir la comisión informativa que se creará para consensuar el cambio de sistema.
Durante el pleno, el portavoz de la oposición, Pepe Sala, recordó que actualmente no existen problemas de aparcamiento en la localidad y expresó su preocupación por que la modificación «traiga problemas». «Debemos ser cuidadosos y estar atentos», subrayó el concejal popular. El regidor de Cultura y Nuevas Tecnologías, Fran Tienda, replicó que en invierno «no es necesaria la zona azul» y que el deber del Consistorio es «escuchar a la población, que es quien paga los impuestos».
Tramitación de denuncias
Durante la sesión plenaria, el PP preguntó al equipo de gobierno sobre el estado de tramitación de las 930 denuncias presentadas hasta el pasado pleno de agosto y por el número de denuncias presentadas este último mes en relación a las ordenanzas municipales. Ante la ausencia de la regidora de Interior y Gobernación Aída Alcaraz, la regidora de Juventud Ainara Sánchez respondió que no disponía de esa información, aunque admitió que «cada día se abren expedientes y se tramitan denuncias». «En sólo dos meses –sin contar este último– hemos tramitado 24 denuncias por maltrato animal -por las 59 de todo el pasado año-; por asuntos de convivencia, 38 -por los 34 del año pasado-; relacionadas con el medio ambiente, 8 -por 24-; de publicidad dinámica, 25 -por 62-; en materia de ruidos, 39 -por 35-; por ocupación de vía pública, ninguna -por las 5 de todo el pasado ejercicio-; por transporte sin licencia, ninguna -por una el año pasado-; y por incumplimiento de horarios, 4 -por 12-», enumeró Ainara Sánchez.
Olores de la depuradora
El grupo popular también preguntó sobre los malos olores que sufren los vecinos de Benimussa y ses Païsses procedentes de la depuradora. El primer teniente de alcalde, Pablo Valdés, trasladó al pleno el resultado de una conversación mantenida recientemente con la directora general de Recursos Hídricos de la Conselleria balear de Medi Ambient, Juana María Garau, quien se habría comprometido a «ir realizando un correcto mantenimiento de estas instalaciones a fin de ir minimizando las molestias». Tras explicar que la reubicación de los residuos procedentes de fosas sépticas de diferentes puntos de la isla a la depuradora de Sant Antoni, sumado a la alta salinidad del agua, ha «incrementado exponencialmente los olores y la presencia de insectos», el concejal de Reinicia recordó que en Eivissa este verano «hemos estado al borde de una situación de crisis a nivel de depuración de aguas». Asimismo, informó de que ha solicitado a Recursos Hídricos que el Ayuntamiento sea conocedor de la ubicación de las fincas privadas donde se trasladarán los lodos procedentes de las depuradoras de Vila y Santa Eulària «para hablar con sus propietarios y ponerles a su disposición el asesoramiento técnico».
Durante el pleno también se aprobó por unanimidad una propuesta de acuerdo para instar a todas las administraciones públicas a impulsar una política europea común de integración y asilo de los refugiados.