Maria del Mar Rodríguez Carnero, Lamari, es el alma de Chambao, uno de los grupos que más éxito ha tenido fusionando distintos estilos. Tras más de diez años en la música, con una carrera consolidada que les hace llenar conciertos en países como Bulgaria o Finlandia, y tras cerrar el Festival Ibiza Roots en septiembre del año pasado, hoy, más de un año después, regresan para cerrar otro ciclo de música, el de Las Dalias. Será con un concierto que comienza a las 21.00 horas y para el que están agotadas todas las entradas.
—Regresan a Eivissa. Cambian el Baluard de Santa Llúcia por Las Dalias ¿Son un clásico de Eivissa?
—No sé si tanto, pero lo cierto es que nos encanta esta tierra y volver es un placer porque nos sentimos como en casa.
—El escenario es distinto. ¿Cómo será el concierto de hoy?
—Siempre intentamos que nuestro espectáculo sea especial y lo más cercano posible a lo que vemos en cada lugar. Así que esperamos que el de hoy deje un buen sabor de boca.
—¿Qué es para usted la música?
—La música está en mi vida desde el vientre de mi madre, desde que tengo uso de razón, de forma natural, tanto en los momentos dulces como en los que menos… Me ayuda y reconforta.
—¿Se puede vivir sin ella?
—Forma parte de la vida, del latido de nuestro corazón, del agua que corre, de los pájaros… de todo lo que está ahí y que sólo somos conscientes cuando nos faltan.
—Llegan tras una gira que les ha llevado a países como Finlandia, Bulgaria o Bélgica. ¿Qué tiene su música que conquista a todo tipo de público?
—No sé, pero nos encanta ver personas tan diferentes disfrutando con nosotros. Hay quien lleva cerquita nuestro mucho tiempo; otros nuevos, hijos que han crecido con padres y madres que ya nos conocían… Es muy bonito conocer las historias que los seguidores nos cuentan en las redes sociales. Emociona.
—¿Y su secreto para seguir en plena forma después de más de diez años en la música?
—Ilusión, alegría y música, mucha música en mi vida.
—¿Cuáles han sido sus mejores momentos?
—Hay muchos, pero uno fue cuando en Barcelona canté con mi madre. Ella me dio la vida y las ganas de cantar.
—¿Es más difícil llegar o mantenerse?
—Las dos cosas. Esto es una forma de vida que poco a poco vas eligiendo conforme se te van presentando las decisiones. Y hay mucho trabajo diario, no solo el día del concierto.
—Preparan nuevo disco para finales de 2015. ¿Que encontraremos?
—La mezcla entre Eduardo Cabra, productor del próximo álbum, y Lamari. Va a sonar a un Chambao nuevo. Mi voz a veces sonará más ‘folky' y otras más andaluza y las letras cambiarán porque ahora me inquietan otras cosas. Habrá un montón de sorpresitas.
—¿Hay que ser muy valiente con la que está cayendo?
—Me dedico a hacer música que siempre estará ahí. O al menos es lo que me hacer sentir viva.
—¿Cómo ve la situación actual de la música? ¿Y su futuro?
—En continuo cambio, con mucha gente haciendo cosas increíbles y con mucha energía puesta en ello. Por eso no podemos perder perspectiva y seguir haciendo lo que nos gusta, lo que nos llena… el resto ya llegará.
—Y la última. Para muchos, Lamari es una heroína, un ejemplo a seguir... ¿Se ve así?
—Bueno, me parece que eso es un personaje que se pueda ir creando sin más. Yo intento ser yo misma, mi casa, mi familia, mis amigos... Hay que tener los pies en el suelo porque todo mañana puede cambiar.