Las patronales y sindicatos volvieron a reunirse ayer tarde con el vicepresidente Biel Barceló en la sede del Consell d'Eivissa, en un encuentro donde pudieron constatar que el dinero que se recaude en la isla por la nueva ecotasa, primero pasará por Mallorca antes de ser repartido a las demás islas. Es decir, lo contrario de lo que pedían: que se reinvirtiera en Eivissa el dinero conseguido en la isla.
Para la gerente de Fomento del Turismo, Ángeles Nogales, el Govern «poco va a cambiar sobre lo que hoy hay sobre la mesa». La hotelera criticó nuevamente que el Ejecutivo balear impulse este nuevo impuesto turístico con todo el sector en contra. «Éramos una mesa enfadada y estamos generando y desconfianza. A un sector que funciona, como el turismo, hay que activarlo; porque ahora parece que los que nos oponemos al impuesto no queremos al territorio, y no es verdad», señaló Nogales.
La dirigente de Fomento recordó que en agosto ya se reunieron con el conseller balear de Turisme «y se les dijo que queríamos unos límites y que se controlara la actividad ilegal, y en vez de trabajar para poner estos límites vienen a imponer un impuesto que no quiere nadie».
Problemas en el cobro
Nogales avanzó que a la hora de cobrar el impuesto a los turistas habrá problemas en los hoteles. El motivo es que muchos de los visitantes ya han pagado el alojamiento a sus touroperadores y serán los recepcionistas de los hoteles los encargados de pedirles el abono de esta cantidad extra. «A mí no me apetece contarles a los clientes que este va a ser un impuesto para mejorar el medio ambiente cuando en realidad todo va a una caja única y luego hay que decidir a qué proyectos se destina el dinero», reconoció Nogales.
Por su parte, el vicepresidente de la CAEB, Joan Bufí, consideró que la aplicación de este nuevo tributo supone una «deslealtad con los establecimientos que cumplen la ley» y señaló que es «un castigo para turistas y empresarios».
En cuanto a la intención del Govern de llevar a cabo un plan específico para que salgan a la luz las viviendas turísticas que están fuera de la ley, Bufí, en tono de broma, apuntó que el Ejecutivo balear «necesitaría un ejército de inspectores» al haber alrededor de 3.000 inmuebles que se alquilan de manera irregular.
Para Joan Bufí, la nueva ecotasa del Govern es un tributo «impuesto» que hará perder competencia a los establecimientos turísticos del archipiélago balear en relación a los de otras comunidades autónomas donde no se aplica este tipo de gravamen. El hotelero también destacó que los más perjudicados serán los hoteles de dos y tres estrellas, una opinión que también comparte Ángeles Nogales: «A los hoteles de alto standing no les afecta demasiado».