Para comprobar el lamentable estado en el que se encuentra el barrio de sa Penya, uno solo tiene que asomarse al acantilado para ver que los muebles, electrodomésticos y toda clase de vertidos vuelven a ocupar la pequeña cala que hay debajo.
La última limpieza a gran escala realizada por el ayuntamiento se realizó el pasado mes de agosto. Los operarios especializados en hacer las labores de limpieza vertical retiraron tres toneladas de basura del acantilado de Baix de sa Penya pero, a pesar de ello, el acantilado no ha lucido ni dos meses limpio.
El consistorio ibicenco continúa pendiente de la notificación Tribunal Superior de Justicia de Balears que llegará en los próximos días sobre la entrada en los domicilios ocupados de manera ilegal en el barrio. Una vez tengan esta resolución, el ayuntamiento se ha comprometido a proceder al desalojo de las infra viviendas y comenzar la esperada rehabilitación del barrio.