El ministro de Turismo, José Manuel Soria, visitó ayer el stand de Balears, donde le recibió una pequeña comitiva encabezada por la presidenta Francina Armengol y el conseller balear de Turisme, Biel Barceló. En él, Armengol preguntó al ministro por las prospecciones petrolíferas y por las inversiones estatutarias pendientes desde 2011.
Respecto al primer asunto el ministro apenas hizo valoración alguna. De hecho, Armengol dijo que durante el encuentro se mostró «cerrado» y que entendía que no tenía «la sartén por el mango» en todas las decisiones. Sin embargo unos minutos antes, en rueda de prensa, el ministro aseguró que no están haciendo más que «cumplir la normativa» y se excusaba en el «imperio de la ley» para no cambiar su postura frente a esta polémica.
Precisamente fue en esa rueda de prensa donde, preguntado por algunos periodistas, el ministro calificó de «disparate» el gravar el turismo con un impuesto más. Soria aseguró que los empresarios del sector «ya pagan sus impuestos» y que no tiene sentido «subirlos a aquello que funciona». Respecto a esta valoración, Armengol criticó que estas palabras «vengan de un ministro» que subió el IVA turístico del 8 al 10%.
Francina Armengol también aprovecho el corto encuentro para solicitar que se respeten las inversiones estatutarias cifradas en unos 200 millones de euros anuales, y que se dejaron de recibir en el año 2011.
Armengol recordó que «desde el minuto uno» ha ido «persiguiendo» al Gobierno estatal para reclamar los casi 800 millones de euros que, dice, serían «claves» para poder hacer mejoras en las islas y poder conseguir aumentar la calidad del turismo, sobre todo en «los meses más difíciles», haciendo referencia a la temporada baja.
La presidenta aprovechó para recordar que Baleares es todo un referente turístico en el Mediterráneo desde hace 50 años y que es el segundo destino turístico más importante de España.