Antes de lanzarse a las calles de Vila con sus carrozas, Sus Majestades los Reyes de Oriente pasaron por el hospital Can Misses para tener un detalle con los niños que no podudieron acudir a las cabalgatas por estar ingresados. En pediatría, esperaba Connor Colligan, de 11 años, que recibió de manos de Melchor un coche de Lego. Nervioso e ilusionado por la visita de los Reyes abrió el paquete ante la expectación de la familia, los medios de comunicación y las autoridades que acompañaron a la comitiva real: el alcalde de Vila, Rafa Ruiz; el concejal de Juventud y Fiestas, Agustín Perea, y el gerente del Área de Salud de Eivissa y Formentera, Pep Balanzat.
En la planta solo había dos pacientes más: dos bebés mellizos (un niño y una niña) con dos días de vida a quienes los Reyes les dejaron los regalos sobre la incubadora.
«Hemos tenido mucho trabajo para leer todas las cartas», explicó Melchor, que reconoció con humor que «aunque los niños de Vila se portan bastante bien, puede que alguno encuentre carbón».