El Ayuntamiento de Santa Eulària activó a primera hora de la tarde ayer el protocolo ante un posible vertido de aguas fecales en la costa de ses Estaques, próxima al puerto deportivo de la localidad, después de que un vecino alertara al alcalde del municipio, Vicent Marí, y al concejal de Urbanismo, Mariano Juan, vía Twitter de que los dos emisarios de aguas pluviales de la zona estaban expulsando un líquido espeso que teñía el agua del mar de color marrón.
Inmediatamente se desplazó hasta allí una patrulla de la Policía Local, agentes de la Guardia Civil y la concejala de Litoral y Playas, Toñi Picó, para averiguar cuál era la causa del extraño vertido. Según un portavoz municipal, se comprobó in situ que el líquido expulsado al mar no contenía aguas fecales y se llevó a cabo una batida por los establecimientos de la zona que determinó finalmente el origen de la suciedad: un hotel cercano realizó un sondeo en el subsuelo y los restos de barro mezclados con agua los había lanzado por la salida de pluviales.
Se desconoce si estos hechos pueden ser constitutivos de alguna infracción que suponga una sanción para el establecimiento causante del vertido.