Bullying, cyberbullying, grooming, sexting… son términos con los que quizá no estemos familiarizados, aunque no así los adolescentes, pues son las distintas formas de acoso escolar que se están dando hoy en día, la mayoría ligadas a las redes sociales. Por eso, es importante atajar esta problemática cuanto antes, ya que crece entre menores con frecuencia y a edades, cada vez, más tempranas. Ferrán Gandía, encargado del Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad, está bien familiarizado con estas charlas pues la Guardia Civil lleva cuatro años impartiéndolas en colegios de Eivissa y Formentera. «Estas charlas van dirigidas a la prevención frente a la violencia escolar, doméstica, juvenil y sobre las comunidades violentas y peligrosas en la red».
Un fenómeno que, por desgracia, está proliferando con las nuevas tecnologías que comienzan a usarse antes de lo debido.
«La edad legal para poder abrir una cuenta en una red social son los 14 años, pero tenemos constatado que la realidad es otra y que desde los 10 u 11 ya empiezan a familiarizarse». Por eso, estas charlas han tenido que adelantarlas y las imparten para alumnos a partir de quinta de Primaria. «A partir de estas edades en torno al 80% tienen una o varias cuentas en redes y entre el 90-95% han usado internet. Por eso, nos parece más importante adelantarnos y enseñarles a usarlas de forma segura para evitar que en un futuro sean víctimas de acoso».
Estas charlas tienen siempre un idioma adaptado al menor para que empatice y la idea básica que se les transmite es: «Confianza en familia y amigos, diálogo y tolerancia cero con el acoso». Estas charlas también van dirigidas a madres y padres, precisamente porque forman parte de ese núcleo familiar tan importante. «Tanto los hijos como sus progenitores deben estar implicados en este asunto, porque sus padres tienen responsabilidad civil además de moral, a la hora de educarlos». De ahí, que ayer mismo se impartiera una de estas charlas en el colegio Mare de Déu de les Neus en Sant Jordi, ya que para llegar a más gente ahora lo hacen por colegios en lugar de municipios. «En este caso se toma una perspectiva diferente, porque los menores queremos que empaticen; en el caso de los padres lo que queremos es ayudarles, dándoles recursos para prevenir y ofreciéndoles consejos en caso de que tengan conocimiento de algún hecho, para que sepan actuar», concluyó.
LA NOTA
Una base estable de familia y amigos, la clave
Gandía explicó que el hecho de tener una base estable en la familia, es decir, en casa y con los amigos ayuda a reforzar el autoestima para enfrentarse a los problemas que vengan: «Si estos pilares son sólidos, cuando salgan al exterior estarán más preparados, pero esa base hay que trabajarla para que no se derrumbe cuando vayan creciendo».