La concesionaria del nuevo servicio de radioterapia del hospital Can Misses pedirá la autorización al Ibsalut para empezar a atender a pacientes privados. El doctor Fernando Barturen, el gerente de la UTE formada por Clínica Juaneda y Policlínica Miramar, aseguró ayer que «estaba previsto en marzo iniciar los trámites, pero se ha adelantado por la presión lógica de los pacientes privados que nos piden que lo pongamos en marcha».
Barturen explicó que a lo largo de las próximas semanas se presentará al Ibsalut la memoria correspondiente pidiendo la autorización. Precisó, en este sentido, que el Ibsalut «tiene que velar por la calidad del servicio público, que no se interfiera con los pacientes públicos».
El gerente de la UTE recordó que en los pliegos del contrato se contempla la posibilidad de atender a los pacientes privados, pero se primarán los casos procedentes del sistema público. «Nuestra idea era dejarlo para más adelante pero dada la publicidad los pacientes han planteado la posibilidad de ser atendidos desde aquí».
Barturen calcula que se trata de una veintena de pacientes de cáncer de las Pitiüses que son tratados en Palma cada año. «Se trata de ahorrarles el viaje, el mismo planteamiento que en la sanidad pública; son pocos casos y se puede beneficiar a la población de Eivissa y Formentera».
Tras la obtención de la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear, el lunes pasado comenzó la actividad del acelerador lineal con el inicio de los dos primeros tratamientos de radioterapia en Can Misses. El servicio dispone de una cartera de unos 30 pacientes. El gerente del Área de Salud, Pep Balanzat, calcula que se atenderán, aproximadamente, unos 230 pacientes al año.