El Ayuntamiento de Eivissa destinará tres pisos de propiedad municipal situados en un edificio de la calle Santa Creu de Dalt Vila a situaciones de emergencia social, según informaron ayer fuentes del Consistorio.
Estas viviendas, que estarán gestionadas por la concejalía de Benestar Social, están preparadas para atender, durante un periodo de tiempo muy reducido, a personas que, por algún motivo, necesiten de manera muy urgente un lugar donde vivir. Desde el Ayuntamiento pusieron como ejemplo «una familia con niños que, por cualquier motivo, tienen que abandonar su casa».
Los tres pisos estaban hasta ahora gestionados por el Instituto Balear de la Vivienda (IBAVI), pero acaban de ser desafectados hace tan solo unos días. El Ayuntamiento de Vila está en estos momentos preparando el proceso legal para poder habitar los inmuebles en función de las necesidades de los Servicios Sociales municipales y dentro de la red de Inclusión Social.
Estas viviendas forman parte de un edificio de ocho viviendas de Protección Oficial (VPO) que fue construido durante la legislatura de la alcaldesa socialista Lurdes Costa. Cinco de ellos siguen gestionados por el IBAVI y destinados a dar una primera vivienda a jóvenes menores de 35 años, cuyo contrato acaba en 2018.
La construcción se llevó a cabo a cargo del Consorci Patrimoni de la Humanitat y finalizó en 2008 con un presupuesto de 1.016.613,84 euros.
Según informaron desde el Ayuntamiento, en este lugar había un solar y «se siguieron criterios muy estrictos a la hora de construir en la zona, declarada Patrimoni de la Humanitat».