Joan Roman Calbet, nacido en Eivissa en 1849, mostró ya desde pequeño su interés por estudiar. Por ello, su tío materno sufragó parte de sus estudios de Derecho en Madrid y Barcelona con la fortuna que reunió durante su larga estancia en Cuba.
Roman empezó a ejercer la abogacía en Eivissa y, al amparo de la influyente y progresista familia Calbet, ingresó en el Partido Liberal, partido por el cual fue designado alcalde-presidente del Ayuntamiento de Vila en 1877.
Tras esta primera incursión abandonó temporalmente la política para ocupar, entre otros cargos, el de juez y administrador de hacienda.
Volvió a la política en 1895 y fue elegido de nuevo concejal, esta vez por el Partido Conservador pero no consiguió ser elegido diputado en las elecciones generales por tan solo 89 votos.
De nuevo en el bando de los liberales, sonada fue la lucha que mantuvo con el conservador Pere Tur i Palau su lucha por un escaño que finalmente cayó en el lado de su contrincante.
Finalizada su carrera política, empezó a hacer de su afición por la arqueología su principal ocupación. El interés que siempre mostró por la arqueología hizo que familiares y amigos le obsequiaran con todo tipo de antigüedades que, en ese momento no parecían tener mucho valor, pero que, con los años se convirtieron en una de las colecciones arqueológicas más importantes de las Pitiüses que acabó donando a la Sociedad Arqueo- lógica Ebusitana (SAE).
Esta sociedad se creó en 1903 con el objetivo de hacer excavaciones, principalmente en la necrópolis de Puig des Molins, y crear un museo. Los miembros de esta sociedad le pidieron ayuda y Roman aceptó convirtiéndose en el gran mecenas de las excavaciones arqueológicas en Eivissa que consiguió grandes hallazgos como el de la cueva de Es Culleram, uno de los escasos santuarios púnicos que se conservan en España.
Estas actuaciones despertaron el interés de muchas personas que llegaron a Eivissa para hacer excavaciones incontroladas para hacer sus propias colecciones. Ante el temor de que se perdiera todo el material recopilado, Roman propició que se cedieran todos los fondos de la sociedad al Estado y se creara el actual Museu Arqueològic.
Los enfrentamientos con la junta de la SAE provocaron que Roman fuera destituido como director de la sociedad en 1909. Tras recibir un telegrama con la noticia, sufrió un infarto que le provocó la muerte instantánea.
El importante hallazgo del santuario de la diosa Tanit
Unos payeses alertaron en 1907 del hallazgo de numerosos fragmentos de cerámica que resultaron ser restos cerámicos de la cova de Es Culleram, un importante santuario púnico donde se celebraban rituales y sacrificios dedicados a Tanit, la diosa de la fertilidad, situado a 150 metros sobre el nivel del mar en la cala de Sant Vicent
La Sociedad Arqueológica Ebusitana inició ese año una gran campaña de excavaciones en la cueva que consiguió reunir, entre otros materiales, 600 figuras de terracota que representaban a la diosa. Dos años después, en 1909, durante el transcurso de una nueva campaña, se descubrieron restos de la época prehistórica que demostrarían que la antigüedad del santuario data del siglo V antes de Cristo.
Este yacimiento fue sometido a importantes expolios entre los años 30 y 50 del siglo pasado. Los vándalos utilizaron incluso explosivos para acceder a la cueva que provocaron el hundimiento de una de las salas del santuario.