Una, dos, tres y así hasta media docena de infraviviendas o autocaravanas se encuentran difuminadas entre la arboleda que se extiende desde el hospital de Can Misses hasta la rotonda de Sa Blanca Dona.
Las dos más próximas a la parte trasera del hospital conforman un núcleo donde conviven unas seis personas. Uno de sus moradores apunta al PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA que llevan años en este punto y que «es la única solución que hemos encontrado. Tengo trabajos temporales y los ingresos no me alcanzan para pagar un alquiler. La policía sabe que no damos ningún tipo de problema y tenemos la zona bien cuidada», señaló.
Los ocupantes de estas dos infraviviendas reciben periódicamente la visita de los técnicos de servicios sociales del Ayuntamiento de Vila, según confirmaron fuentes municipales.
En este punto viven dos parejas y un hombre a los que el Ayuntamiento de Vila les hace un seguimiento y les ofrece la posibilidad de acogerse a los servicios de atención primaria.
Pero estas casetas no son las únicas que han aflorado en la zona en los últimos tiempos. Así, siguiendo los senderos que hay por los alrededores encontramos otras dos chabolas y otras tantas autocaravanas.
Denuncia vecinal
Una vecina del barrio de Can Misses ha trasladado sus quejas al Movimiento Ciudadano EPIC por el alzamiento de estas chabolas y la acumulación de basuras.
Siguiendo uno de los caminos que lleva hasta la rotonda se encuentran otras casetas y autocaravanas. Por el trayecto, se pueden observar hasta dos puntos donde se acumulan restos de material de obra.
EPIC se hace eco del malestar de los vecinos y denuncia que esta situación deriva en un alto riesgo de incendio. «No entendemos la inacción del Ayuntamiento permitiendo esta situación, dado que ya hace tiempo que se ha comunicado esta situación de precariedad», señaló ayer el movimiento ciudadano en un comunicado de prensa que acompañan con varias fotografías que documentan la situación.
Además, exigen al equipo de gobierno «una rápida actuación, antes de que esta zona se degrade totalmente».
Fuentes municipales subrayaron que cuando observan o les comunican algún punto donde se acumula la basura, la retiran.
Por su parte, los moradores de estas infraviviendas hacen hincapié en que no son ellos los que arrojan los escombros.