El muro que rodeará el bloque de viviendas más degradado de Sa Penya situado entre las calles Alt y Retir empezará a levantarse hoy, un día después de que la Comisión de Control del Pla Especial de Protecció y Reforma Interior (PEPRI) de Sa Penya, la Marina y Eixample aprobara ayer el documento con las líneas básicas para recuperar este edificio y, por extensión, todo el barrio.
El concejal de Patrimoni, Pep Tur, explicó que la comisión del PEPRI ha elegido «la opción más proteccionista» para rehabilitar el edificio y que asume los criterios que defiende la Comisión Insular de Ordenación del Territorio y Patrimonio Historicoartístico (CIOTUPHA). «Con esta decisión pretendemos acelerar el tiempo de ejecución para recuperar el edificio cuanto antes y ponerlo a disposición de la ciudadanía», explicó Tur.
Este documento, que deberá contar con el visto bueno del Consell d'Eivissa, mantiene, por otra parte, una construcción ubicada al final de la calle Alt para integrarla en el proyecto del futuro edificio de Sa Penya.
El Ayuntamiento de Eivissa quiso lanzar un mensaje claro a los desalojados de Sa Penya e hizo coincidir en el mismo día la aprobación de este estudio con los trabajos de limpieza del acantilado de Sa Penya.
Un dispositivo especial de limpieza, compuesto por seis operarios, retiró ayer las más de dos toneladas de residuos que tiran a la playa desde Sa Penya vigilados por una pareja de agentes de la Policía Local apostados en el barrio para garantizar que los trabajos transcurrieran con normalidad.
A pocos metros, los observaban las personas desalojadas de la UA27 que continúan por el barrio y que ayer decidieron seguir con sus protestas frente a las puertas del Ayuntamiento de Eivissa en Can Botino con varias pancartas.
Uno de los portavoces de este colectivo, Sebastián Navarro, criticó la decisión de levantar un muro de 2,5 metros de altura y 150 de perímetro para rodear el bloque de viviendas desalojadas. «Van a tirar 27.000 euros a la basura para hacer un muro frente a unas casas que han destrozado y donde no pueden vivir ya ni las ratas», criticó.
Navarro reclamó «un poco de humanidad» y añadió que en Sa Penya «no somos todos narcotraficantes y okupas». «Somos personas que llevamos más de 40 años en Eivissa, que estamos integrados y que tenemos a nuestros familiares enterrados aquí. «¿Por qué quieren quitarles las raíces a nuestros hijos?», señaló.