Vicent Marí Torres (Santa Eulària, 1965) afronta su tercera legislatura como si estuviera en la aldea gala de Astérix y Obélix, rodeado por los equipos de gobierno progresistas en el Consell d'Eivissa y el Govern balear. El alcalde pide más implicación de estas administraciones en los problemas de su municipio.
—¿Cuándo recibirá agua desalada Santa Eulària?
—Es una incógnita. Estoy convencido de que el año que viene, en este tiempo, ya tendremos agua. Este verano, desafortunadamente, no habrá y confío en que el acuífero aguante. Espero que el año que viene ya podamos suministrar a toda la zona de Santa Eulària, Roca Llisa y hasta es Figueral. La semana que viene ya abrimos las ofertas para llevar adelante las obras de la arteria norte.
—¿Cree que si la desaladora estuviera en Sant Josep, donde gobierna el PSOE, ya estaría en marcha?
—Estoy convencido de ello. No he visto una voluntad firme para su puesta en marcha y ofrecí al conseller (Vicenç Vidal) la máxima colaboración pero no era una prioridad para el Govern poner en marcha esta desaladora porque donde realmente querían que llegara el agua era a Sant Josep.
—Esta legislatura ha tenido más de un rifirrafe con el Govern balear y el Consell d'Eivissa. ¿Cree que están discriminando a su municipio por el hecho de que gobierne el PP?
—Santa Eulària siempre ha ofrecido ayuda en todo lo que sea beneficioso para sus ciudadanos, ya sea al Consell o al Govern. Hemos financiado institutos, escuelas, hemos adelantado dinero para llevar a cabo infraestructuras importantes... Pero cuando no hay una voluntad política firme hacia un municipio pasan estas cosas, que nos tienen abandonados. Tenemos motivos para quejarnos. No sé si es algo premeditado, inoperancia o las dos cosas juntas: no hay ni voluntad ni capacidad para resolver los problemas.
—¿Confía en que alguna de estas administraciones pague lo que cuesta sacar los lodos de la depuradora?
—Estoy convencido de que acabarán pagándolo, pero fruto de la insistencia. Sería vergonzoso que no asumieran sus responsabilidades cuando los ciudadanos de Santa Eulària están pagando a través del recibo del agua la depuración y gestión de los fangos, lo que no puede ser es que el Ayuntamiento tenga que pagar además su gestión, sería pagar dos veces por lo mismo. Pero lo más importantes es que hemos evitado un problema muy grave, el año pasado a estas alturas no se podía respirar por los gases, que considero que podían ser nocivos. Este año se ha evitado gracias al esfuerzo y tenacidad del Ayuntamiento, no gracias al Consell o al Govern. Hemos encontrado una aplicación para el sector agrario y a mitad de precio de lo que está haciendo el Govern llevándolos a la Península.
—Vicent Torres ha manifestado que espera que las obras de desdoblamiento de Ca na Negreta empiecen a principios de 2017. ¿Le cree?
—Yo hasta que lo veo no me creo nada. La política de anuncios es muy típica de los gobernantes de izquierdas, gobiernan a golpe de titular. Yo confío en el trabajo diario y constante y no veo un interés por parte del Consell de sacar este proyecto. Todo han sido obstáculos hasta llegar a la aprobación del proyecto. Incluso montaron el paripé de un referéndum para justificar la necesidad de una obviedad y de algo que ya se había discutido y consensuado. Así no se puede gobernar. Ante un problema hay que buscar soluciones prácticas e inmediatas y no dilatarlo en el tiempo y que los ciudadanos de Santa Eulària y todos los que usan la carretera estén atascados porque no se puede circular. Este es el problema más grande que ahora tiene Santa Eulària y confío en que todo el proceso se acelere, pero no tengo la sensación de que se esté avanzando.
—El Consell ya ha dicho que quiere cambiar el Plan Director de Carreteras, ¿peligra la previsión de desdoblar la carretera hasta el núcleo urbano?
—El Plan Director contempla que se desdoble hasta el cruce con la carretera de Sant Joan y creo que ya se tendría que estar trabajando en ello. Quieren cambiarlo cuando todavía no han ejecutado el primer tramo, es no tener criterio ni saber lo que se quiere. Ni nuestros ciudadanos ni nuestros turistas tienen que vivir este calvario que es circular por nuestras carreteras. Les recomendaría a los dirigentes que viajen a islas que también son Patrimonio de la Humanidad, que tienen altos grados de protección y vean las infraestructuras que tienen. No se trata de consumir territorio haciendo carreteras sino conseguir una circulación fluida para que el resto de la isla pueda ser más tranquila y visitable y concentrar el tráfico en estas vías. Hace falta apostar por unas vías seguras y se está dando la espalda a esta realidad y perjudicando al municipio de Santa Eulària.
—¿Considera que fue un error comenzar las obras de la travesía de Jesús antes de tener hecha la variante?
—No, el error fue la gestión de las obras. La entrada de Jesús necesitaba reformarse y se tenía que hacer en 45 días. Si éstos se convirtieron en siete meses, alguien debería dar explicaciones, no valen excusas. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de Santa Eulària estaba ejecutando las obras de la entrada a Puig d'en Valls y cerramos la carretera tres días. Algo falla y el retraso no ha sido tanto por los restos arqueológicos sino por la gestión de la propia obra. Las consecuencias las han pagado los vecinos de Jesús y el único que ha compensado estos problemas ha sido el Ayuntamiento.
—Semanas atrás se reunieron con el conseller d'Educació, Martí March, para hablar de la necesidad de un nuevo colegio en Santa Eulària, la ampliación de la de Sant Carles y otras infraestructuras. ¿Se plantean avanzar dinero otra vez si no reciben una respuesta positiva?
—Llevamos un año de legislatura y el conseller no ha venido todavía a Santa Eulària, confío en que lo hará. Aquí tenemos muchas necesidades, nuestra población en edad escolar está creciendo mucho y necesitamos ampliar colegios como el de Sant Carles, reformar de manera integral el colegio Sant Ciriac, que tiene más de 40 años, y la segunda fase del Quartó del Rei. Muchas buenas intenciones y palabras pero hechos, ninguno. Si el Ayuntamiento tiene que colaborar tiene que haber un feedback constante y permanente y esta colaboración es inexistente. Las autoridades educativas vienen a Eivissa y se van a Sant Josep en plena campaña electoral a anunciar que invertirán 50.000 euros para limpiarle la cara a un colegio, esto no es serio. Hacen falta millones de euros en inversión educativa y Santa Eulària es el primero que pone sobre la mesa todo lo necesario para que se hagan estas infraestructuras. Nos ignoran completamente, no nos merecemos esta desidia y visitas que son una farsa para no solucionar ningún problema.
—Esta es su tercera legislatura, ¿se ve en una cuarta?
—Son tres años que quedan todavía por delante para cumplir los objetivos que nos marcamos. Estamos concentrados en el día a día. Hágame la pregunta dentro de dos años porque ahora mismo no me planteo otra cosa que implicarme al 100% en mi municipio, que es lo que me gusta y me divierte. No veo más allá de esta legislatura.
—¿No tiene otra aspiración dentro del PP? ¿No se ve como candidato al Consell, por ejemplo?
—En estos momentos no me veo en otro lugar que no sea Santa Eulària, dentro de dos años quizás le pueda decir otra cosa. No es el momento de plantearse otras cosas ni puedo pensar en otras cuestiones cuando todo mi tiempo lo estoy dedicando a Santa Eulària.
—Todavía queda mucho tiempo para el congreso insular del PP pero, ¿cree que Marí Bosó debería continuar como presidente?
—Estoy absolutamente convencido de que debería y tiene que continuar. Vivimos en estos momentos una situación de muy buen ambiente entre todos, de buenas relaciones, y este ambiente de tranquilidad y de calma es gracias a la labor que hace José Vicente. Desde Santa Eulària tendrá nuestro apoyo y estoy convencido que desde los otros sitios también.
EL DETALLE
«Con la corrupción no puede haber paños calientes, hay que ser implacables»
—¿Cuántas veces ha estado a punto de romper el carné del partido por los casos de corrupción?
—La corrupción es el mal más grande que tiene la política, hay que tener tolerancia cero. No puede haber paños calientes ni ser condescendientes sino implacables y marcar unas líneas rojas muy claras. En la legislatura pasada en el PP balear se dijo que no habría imputados en las listas, y se cumplió, a pesar de las injusticias que se puedan haber cometido. Hay que tener tolerancia cero con todos los que se quieren servir del cargo.
—¿Cómo lleva su caso?
—Estoy investigado por un caso de expropiaciones de antes de ser yo alcalde. Uno de los afectados pensó que la vía penal era la adecuada, pero no tiene que ver con corrupción. Estoy convencido de que acabará en nada pero si se abriera el caso, tengo claro que no me podría presentar si hubiera unas elecciones. Hay que ser consecuente.