El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, ha pedido la colaboración del Consell d'Eivissa y del Govern balear para minimizar los efectos negativos de la masificación en la playa de Benirràs. «No se nos puede acusar al Ayuntamiento de que pasamos del tema; sólo con nuestros recursos policiales nunca seremos capaces de controlar lo que pasa en esta playa», apuntó ayer el alcalde después de la junta local de seguridad extraordinaria que se celebró en la sede consistorial para tratar de manera específica la gran afluencia de personas y vehículos a la playa de Benirràs, sobre todo los domingos, cuando se celebra la conocida fiesta de los tambores.
Esta reunión con el director insular de la Administración del Estado, Roger Sales, se produjo a petición del Ayuntamiento de Sant Joan después de que el pasado 12 de agosto la junta de gobierno solicitara a la Guardia Civil la ayuda necesaria para cualquier incidencia que se produjera en la zona. Además, el alcalde pidió el 4 de agosto la presencia del Seprona tras detectar la celebración de espectáculos en la playa en los que se utilizaba fuego.
Entre las medidas acordadas ayer está la creación de una comisión de coordinación policial que ponga en marcha acciones necesarias para atajar este problema, la convocatoria de consejos de seguridad local para optimizar la participación ciudadana o el estudio para la colocación de señales verticales que mejoren la convivencia en la zona, además del control del aforo de la playa de Benirràs. «Un técnico hará un estudio sobre la gente que cabe en la playa y luego tomaremos las medidas para restringir el acceso», señaló el alcalde.
«La solución que me dan desde el Consell d'Eivissa es que haga lo mismo que en Cala Salada, pero en Benirràs no es factible porque hay hasta cuatro vías de acceso que no se pueden cerrar porque también les cierras el paso a los vecinos», señaló ayer Carraca.
En este sentido, desde Sant Joan aseguran que se están estudiando los casos de Cala Varques y es Trenc, dos playas de Mallorca con gran afluencia, donde los consistorios de Manacor y Campos han llevado a cabo intervenciones como autobuses lanzadera y la adecuación de zonas de aparcamiento que podrían aplicarse en Benirràs. «Necesitamos la colaboración de las instituciones porque la autorización para un aparcamiento en suelo rústico la tiene que dar el Consell y, si es en zona protegida, Medi Ambient también tiene que informar de manera favorable», apuntó el alcalde de Sant Joan.