El Ayuntamiento de Eivissa no renovará la cesión del local, propiedad municipal, destinado a la Asociación de Vecinos de Platja d'en Bossa que caduca este mes de septiembre y, por lo tanto, deberá cerrar sus puertas. «Estas instalaciones son propiedad del Ayuntamiento y su razón de ser es que den servicio a los vecinos del barrio, cosa que actualmente no pueden garantizar», añadieron fuentes municipales.
Además, el año pasado detectaron «disfunciones internas» en la asociación vecinal y «diferencias entre sus miembros que dificultaban su funcionamiento y la organización de actividades».
Sin actividades
Después de celebrar diferentes reuniones con los miembros de la asociación durante el pasado invierno, el Ayuntamiento constató que los miembros no llegaban a un acuerdo y que sus diferencias eran «irreconciliables». Además, detectó que la organización no funcionaba de manera correcta. «No se hacen reuniones de trabajo, ni actividades de dinamización del barrio, y no se ha realizado un programa de fiesta o calendario de actividades», añadieron, ya que, al parecer, este año no se han celebrado las fiestas de Sant Bartomeu del 24 de agosto que se organizaron el año pasado.
Desde la Concejalía de Participación Ciudadana de Vila, aseguraron estar «totalmente abiertos» a a colaborar con la asociación de vecinos «cuando exista un grupo de personas que tenga ganas de asumir la responsabilidad de la asociación y ponerla en marcha».
Por su parte, Alfonso Nieto, vocal de la Asociación de Vecinos de Platja d'en Bossa, aseguró que, detrás de la decisión del Ayuntamiento de cerrar el local, están los problemas surgidos en el seno de la organización. «Desde el año pasado le hemos reclamado las cuentas al presidente pero no las ha presentado y no se sabe dónde está el dinero», explicó.
Ingresos de la asociación
Según dijo, actualmente, la asociación percibe 1.300 euros mensuales por el alquiler del bar que hay en el interior del local social y cobra también por horas por alquilar el campo de fútbol que hay al lado, una cantidad a la que se suman los más de 4.000 euros que han recibido del Ayuntamiento en concepto de subvenciones.
Alfonso Nieto sostiene que el Consistorio tiene conocimiento de estas presuntas irregularidades «desde hace tres años» y que hace un mes que tienen las firmas de muchos vecinos denunciando esta situación porque, según afirmó, «no se sabe dónde está el dinero».
Este miembro de la asociación de vecinos de Platja d'en Bossa lamenta que el Ayuntamiento haya decidido cerrar el local. «No es lógico que por culpa de unos pocos lo paguemos todos», añadió.