La sonrisa se decantó por el Formentera. El empuje de los más de 600 aficionados en el municipal de Sant Francesc y las ganas de la plantilla rojilla sirvió para derrotar a los murcianos en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey.
Desde el primer segundo de partido, el poderío de ambos equipos fue un claro reflejo de lo que se iba a ver a lo largo de todo el encuentro. La fiesta dentro y fuera del terreno de juego llegó a su culmen hasta el minuto 21 de partido con un gol de Albisua para el Lorca FC. Los blanquiazules no daban un balón por perdido y aprovechan todos los errores del conjunto de Tito García Sanjuán en la divisoria del terreno de juego. Cuando parecía que todo llegaba a su fin (de la primera parte), un gol de cabeza del defensa blanquiazul Mikel Fernández tras un córner daba alas a los murcianos.
Lo bueno se hizo esperar. Con la entrada de Lolo en sustitución de Maikel y Amores en sustitución de Dailos, el conjunto rojillo logró un plus de energía. El Formentera sabía que la historia tenía que continuar. El poderío de los de Tito era superior a los del Lorca FC. En el minuto 65 de partido, los rojillos recortaron distancias con un gol en propia puerta de los murcianos. Pocos minutos después, Lolo, que entró en la segunda mitad, dio esperanza a los formenterenses. El luminoso reflejaba un 2-2. A falta de diez minutos para llegar al minuto 90 de partido, el Lorca FC rozó el esperado gol con un cuero que besó el travesaño. El Lorca estaba aturdido, sin saber qué estaba ocurriendo. Tras seis agónicos minutos de prolongación, las piernas de los juagdores de ambos equipos empezaban a temblar. Tocaba la prórroga. El sufrimiento se convirtió en dueño de los jugadores y aficionados.
Las dos mitades de la prórroga no eran aptas para cardiacos. El cansancio de los rojillos se transformó en puro corazón. Una tarjeta roja para el blanquiazul Albisua, tras una dura entrada al formenterense Agus Ojeda, dejaba al Lorca FC con uno menos. El árbitro anunciaba con el pitido final que había llegado la lotería sobre los once metros. Era la hora de los penaltis.
Uno tras otro fueron llegando los goles. Nadie fallaba. Los remates eran ajustados para evitar males mayores. No tenía fin. Fue finalmente Larra quien tuvo la fortuna de cara. El defensa rojillo anotó el gol de la victoria y de la historia para el Formentera en Copa del Rey. La tanda de penaltis se cerró con un 12 – 11 a favor de los formenterenses.
El Formentera sigue soñando en la Copa del Rey. En el municipal de Sant Francesc se vivió una noche que pasará a la historia. Los rojillos logran clasificarse para la tercera ronda de la Copa del Rey. Ahora estarán dentro de un sorteo de cara a conocer su próximo rival.