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Último adiós a Ada

Juan Vicente, su mujer, su primo y Mirna, amiga de Ada Graciela, recibieron ayer las muestras de solidaridad de decenas de amigos que quisieron dar un último adiós a Ada en Ibiza. | Arguiñe Escandón

| Eivissa |

«Ha sido muy doloroso decirle a mi sobrina que su madre ya no volverá. No me salían las palabras. Fue un horror. Ada deja un vacío muy grande, pero como consuelo nos queda el enorme cariño que hemos recibido por parte de todo el pueblo de Ibiza». Nueve días después del asesinato de Ada Graciela Benítez, su hermano, Juan Vicente, trata de digerir una situación «que era impensable».

«El domingo hablé con mi familia en Paraguay y con la pequeña Nuria. Ahora están un poco más tranquilos porque saben que en breve estaré allí con los restos de Ada Graciela», apuntó al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA Juan Vicente, quien ayer compartió con decenas de familiares y amigos el último adiós a su hermana en Ibiza, la isla donde Ada Graciela llegó hace más de 10 años.

Junto a Juan Vicente y su mujer Cinthia estaba Mirna, la amiga con la que Ada tenía previsto irse de vacaciones a Barcelona.

Tras las muestras de solidaridad recibidas en los días posteriores al asesinato de Ada Graciela, Juan Vicente expresa su enorme agradecimiento al cariño recibido. «No tengo palabras para agradecer la impresionante respuesta de la gente. Ada era muy querida, pero no sabía hasta qué punto. Todo el mundo se ha volcado con nosotros, especialmente la familia de s'Hort Nou, que me han abierto sus puertas y me han ayudado muchísimo en estos duros momentos».

Juan Vicente, su mujer Cinthia y su pequeña Nerea, compartían casa con Ada Graciela hasta la fatídica madrugada del sábado. «Mi mujer me levantó gritando y cuando la vi tendida en el recibidor no me lo podía creer. Fue una canallada. Él fue quien cortó la relación y después empezó a acosarla, no lo entiendo», apostilló.

Ada llevaba unos diez años viviendo en Ibiza y era especialmente querida en es Pratet, donde trabajaba desde hace años. «Todo lo hacía por su hija. Se levantaba a las 4 para ir a limpiar y luego se marchaba a s'Hort Nou. Se quedaba un poco de dinero para los gastos y el resto lo enviaba a Paraguay para pagar el colegio y los gastos de Nuria», apuntó Juan Vicente, quien agradece el apoyo de todos las personas que acudieron el domingo a la jornada organizada por la comunidad paraguaya y que sirvió para recaudar unos 10.000 euros para ayudar a la familia.

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