Una exposición que «nace del interés de bucear en el corazón de la isla, no solo por sus mares, también en la profunda complejidad de su personalidad» es la que acoge estos días la sala de exposiciones de Can Curt en palabras de su autora, Gloria Ruiz Mansilla.
La artista pretendía «descubrir este espacio en el que transitan una gran variedad de comunidades que emergen como pequeñas islas dentro de esta isla madre que es Ibiza». Para Ruiz, la muestra «es una acercamiento banal, un buceo de gafas, palmas y tubo, no una inmersión profesional y cuidada, pues sería una tarea de toda la vida».
La obra se ha ido creando a través de los encuentros naturales entre lo local y lo foráneo, sus habitantes y los problemas que «como peces se dejan ver desde la superficie». Esto es lo esencial de la muestra, «expresar desde una mirada inocente, perversa y un tanto lúdica, las emociones de estos encuentros is-lados», para Ruiz Mansilla.