El prestigioso ‘chef' barcelonés Ferran Adrià impartió ayer una lección magistral a más de un centenar de alumnos de primer y segundo curso de cocina de FP básico y grado medio en el instituto Isidor Macabich de Vila.
El laureado cocinero y empresario repasó algunos de los momentos cumbre de su dilatada carrera mientras respondía a las preguntas de los jóvenes aprendices. A través de anécdotas y vivencias personales, dio algunas pinceladas sobre cómo progresar en el mundo de los fogones y explicó su experiencia en Ibiza con el restaurante de vanguardia ‘Heart'.
Adrià confesó que su profesión como chef «no ha sido vocacional» y que sus primeros pasos en la cocina llegaron tras pasar unas vacaciones en Ibiza, en 1979. «Quería venir de juerga pero tenía que buscar trabajo para pagarme el viaje y estuve seis meses en Barcelona como friegaplatos. Luego vine a Ibiza al Club Cala Lenya, pero sin ningún interés por la cocina. Pero a partir de aquí comenzó la carrera y fue todo bien porque a los 22 años ya era jefe de cocina de ‘El Bulli'», el restaurante que le catapultó a la fama mundial.
Para Adrià, la cocina es como el armario de la ropa, «cada uno la tiene de una manera, pero cuanto más desordenado, más difícil es vestirse». En 1985 asegura que le cambió la vida cuando al preguntar sobre el significado de la creatividad le dijeron que es «no copiar». Para Adrià «nada se crea de la nada», sino que «todos nos inspiramos en algo». La diferencia, según el chef de Hospitalet de Llobregat, es «la ética y la honestidad».
Parte de su éxito reside en su inquietud por «el por qué de las cosas». Por eso opina que el mejor consejo «es no dar consejos» sino alcanzar «un conocimiento esencial de la cocina para que no te manipulen».
Adrià relató parte de su experiencia vital y la relación entre éxito y fracaso. En su opinión, la «gente que tiene mucha pasta» o los cocineros con «tres estrellas Michelín son unos fracasados», precisamente porque «pierden la noción de las cosas» sin alcanzar «la felicidad». «Vivimos en una sociedad ‘clínex' en la que el éxito dura poco», resumió.
En tono de humor, aseguró que «hay cantidad de papás» que no le quieren «ni ver» porque querían que sus hijos fueran arquitectos o ingenieros «y son cocineros por Ferran Adrià».
‘Heart' Ibiza
Al ser cuestionado por la implantación de ‘Heart' en Ibiza, Adrià admitió que ha resultado «muy difícil» porque «no es un proyecto unipersonal». «Pensábamos –dada la fama de ‘El Bulli' y del Circo del Sol– que nos íbamos a comer el mundo, pero no fue así. No empezó bien el primer año», reconoció.
No obstante, Adrià recordó que «no hay nada parecido a ‘Heart' en el mundo» y advirtió que combinar danza, teatro, música y acrobacias «y trasladarlo a la cocina y a un sitio de fiesta» como Ibiza «ha costado mucho». «Pero esto una gran lección de que ninguna marca en el mundo hace nada sin un proyecto detrás», precisó, antes de avanzar que la tercera temporada, la próxima, será «para disfrutar y hacer cosas muy potentes».