«Hemos pasado el verano con deficiencias con las prendas reglamentarias y ahora no disponemos de uniformes de invierno. El Ayuntamiento nos tiene abandonados». Son las quejas que manifiestan agentes de la Policía Local de Sant Antoni, que denuncian las carencias que vienen sufriendo con los uniformes correspondientes a cada temporada.
La Jefatura ordenó el pasado jueves la utilización del uniforme de invierno desde esta semana, pero desde el Ayuntamiento se «tumbó» la orden y se dispuso como voluntaria la utilización del uniforme de invierno.
Los agentes denuncian que la contraorden se debe a que el Ayuntamiento no dispone del material necesario para dotar al medio centenar de agentes que componen la plantilla. Por su parte, la concejal de Governació, Aída Alcaraz, señaló que los pliegos de compra que en su día presentaron desde Jefatura «presentaban defectos de forma y podrían haber sido impugnados». Alcaraz subrayó que las prendas que faltan «son puntuales y afecta a unos pocos agentes». Añadió que las prendas «estarán muy pronto» y defendió que los agentes «no van desnudos».
Los agentes denunciantes tienen una visión bien diferente y hacen hincapié en que la situación afecta especialmente al personal que realiza el turno de noche. «Las temperaturas han bajado bastante durante las noches y se hace muy duro patrullar en estas condiciones», señalan. Además, indican que las deficiencias se vienen arrastrando desde hace más de un año.
La última vez que se adquirió equipación de invierno fue en 2014. «Las prendas tienen un desgaste y nos encontramos en esta tesitura. Estamos a 2 de noviembre y no disponemos de uniformes de invierno», señalaron las mismas fuentes. Argumentan que la situación tiene «difícil solución a corto plazo porque las empresas que trabajan con este tipo de uniformes tardan en torno a dos meses en suministrarlos desde el momento en que se hace el pedido». El año pasado, los agentes ya tuvieron que echar mano de las equipaciones que había en la reserva tras la última adquisición realizada en 2014. «Lo normal es que a mediados de octubre ya llevemos uniforme de invierno», señalan los agentes, que ya denunciaron problemas con los uniformes de verano.