Los diputados socialistas por Balears, Pere Joan Pons y Sofía Hernanz, así como el resto de diputados díscolos, presentaron ayer las alegaciones al expediente abierto por el Grupo Parlamentario Socialista por su voto en contra en la investidura de Mariano Rajoy ya que alegan que votaron «en conciencia».
En el escrito remitido, que todos los diputados publicaron ayer en sus perfiles de Twitter, exponen que las razones que provocaron su ruptura de la disciplina de voto en una «votación excepcional para la credibilidad del sistema y trascendental para la vida del proyecto político centenario del PSOE». Según señalan rompieron la disciplina de voto al «votar en conciencia y con coherencia».
Los socialistas señalan que este voto en la investidura supuso «una excepción» ya que era una «votación excepcional para la credibilidad del sistema y trascendental para la vida del proyecto político centenario del PSOE», ya que «el mandato imperativo y la disciplina de voto en favor de la abstención no resolvían la complejidad de la situación». Y, además, subrayan en su escrito de alegaciones que tuvieron en cuenta «la opinión expresada por la militancia en innumerables agrupaciones socialistas de toda España, con incontables asambleas y reuniones que, en su gran mayoría, sirvieron para mostrar el rechazo de los militantes al voto de abstención en la investidura».
De esta manera, insisten en que su voto fue «representativo del pluralismo de opiniones» en el PSOE y entre el electorado y agregan que no ha tenido otros efectos: consideran que no ha causado «ningún daño al PSOE, ni significado ningún sacrificio de su proyecto, ni un ataque a su programa y valores, ni ha impedido la gobernabilidad de España, puesto que sólo se precisaban once de los 84 votos con que cuenta el Grupo Socialista».
Además de las razones de conciencia y el respeto a lo comprometido, sostienen estos diputados que en su voto tuvieron también en cuenta «una concepción ética de la política», en una España que «atraviesa una etapa plagada de incumplimientos de promesas electorales y de casos de corrupción».
Tras argumentar esto, los socialistas inciden en su «total disposición a continuar trabajando en el seno del Grupo Parlamentario del PSOE» para afrontar juntos «los grandes retos» del PSOE como oposición al PP «en esta legislatura y en defensa del programa electoral comprometido».
Tras haber recibido las alegaciones, el responsable de disciplina, Luis Carlos Sauquillo, elevará su informe a la dirección del grupo parlamentario. El comité director trasladará a su vez su dictamen al comité permanente, donde están también los portavoces de las comisiones, que decidirá en última instancia las posibles sanciones y si remite el expediente a la gestora del PSOE para que pueda tomar sus propias medidas disciplinarias.