En su último mensaje público en Facebook (a partir de ahora solo le podrán leer sus seguidores y personas de máxima confianza), Pablo Valdés cree que existe una conspiración en su contra. Está convencido. Dice que ha habido reuniones para tramar una conspiración en su contra, pero no da ningún dato. También asegura que el portavoz del PP de Sant Antoni y otros dirigentes de la oposición son socios de este periódico.
Tras insistir que la noticia de los uniformes era falsa el teniente de alcalde de Sant Antoni dijo a sus seguidores: «Siempre supe que arrebatarle el mando a este PP no iba a ser un logro exento de resistencias». Valdés opina de que el «PP está viciado. Treinta y cinco años son muchos años. Los suficientes para alimentar todo un tropel de gente mala. Sí, mala».
El concejal de Reinicia denuncia que cuando llegó al cargo surgieron perfiles falsos en las redes, «que no han hecho otra cosa que teclear bilis, en un ejercicio constante y machacón, cual gota malaya que al final cala». «El motivo es lo de menos, lo que importa es descalificar, insultar, vejar...hasta finalmente hacer calar la idea de que todos son iguales e, igual por igual, que vuelvan los de siempre que al menos son los nuestros».
«He visto cómo uno de los principales medios de comunicación pasaba de informar a inventar. He visto cómo mi nombre se convertía en pieza de caza mayor», dice Valdés sobre nuestro periódico. Y añade al respecto que ha sabido «de conversaciones en despachos dando barra libre a tratar de destrozar mi imagen a costa de lo que fuese».
Para Valdés existe una relación entre las noticias sobre él con «un descenso notable en la asignación económica que recibían por parte del Ayuntamiento del que formo parte». Y también, según Valdés, «en un ejercicio de servilismo (de nuestro medio) a algunos de sus principales accionistas: el jefe de la oposicion (Pepe Sala) y algunos altos cargos el pasado municipal».
«Las últimas horas han sido las más surrealistas de mi vida», admite el polémico concejal, quien añade: «Estoy tocado, desde luego, pero no hundido. Buenas noches. Adiós PPeriodistas, adiós trolls, adiós curiosos. Ha sido un placer».
Este periódico ya fue objeto de las iras de Valdés en un pleno del Ayuntamiento de Sant Antoni cuando negó que hubiese problemas en los accesos de Cala Salada, tal y como habían reflejado dos reportajes publicados durante el verano. Los ataques de Valdés se centraron en nuestro periódico, pero olvidó que Diario de Ibiza también publicó reportajes denunciando problemas en Cala Salada. No hubo ninguna referencia a nuestra competencia. Desde entonces, los ataques de Valdés contra nuestro periódico han sido constantes, sin tener en cuenta el cargo público que ocupa. Sin embargo, la pasada semana, y a raíz de noticia de la falta de uniformes de los policías, Valdés no esperaba una reacción tan unánime contra su persona por sus chascarrillos despesctivos y de sus compañeros en las redes sociales.