La consellera de Hisenda, Catalina Cladera, culpó ayer al anterior Govern del PP de la fuga de coches de alquiler de Baleares para pagar impuestos fuera de la Comunitat, lo que representa unas pérdidas de 7 millones para las arcas autonómicas.
Según explicó Cladera en el pleno, se calcula que un 40 por ciento de la flota de coches de alquiler de las Islas se marcharon a otros municipios a pagar sus impuestos, una situación que según ha dicho es «dificilísima» de revertir dado que las competencias para poder incentivar fiscalmente a estas empresas las tiene el Ejecutivo central.
Así lo indicó en respuesta a una pregunta formulada por el diputado de Podemos Carlos Saura, quien se interesó sobre las actuaciones fiscales que tiene previsto poner en marcha el Govern para evitar que estas empresas de rent a car paguen sus impuestos fuera de Baleares.
En su intervención, la consellera apuntó que «no es cierto que no quede ningún beneficio de estas empresas en Baleares», ya que, según matizó, «las que tienen el domicilio fiscal en Baleares, sí que pagan aquí el 50 por ciento de IRPF, el 100 por 100 de la tarifa autonómica del impuesto sobre hidrocarburos y el 58% de la tarifa estatal sobre este impuesto».
No obstante, Cladera recalcó que la Comunitat balear «no tiene margen» para aprobar medidas fiscales que incentiven su retorno, porque los incentivos que se podrían aplicar son impuestos estatales lo que hace muy difícil, ha dicho, atraer la domiciliación de estas empresas.
Ante ello, la solución pasaría por instar al Gobierno del Estado a que modifique la Ley de Haciendas Locales para permitir a las Comunidades Autónomas, así como instaurar cláusulas antifugas, apostilló la consellera d'Hisenda.