Técnicas de la Universitat Politècnica de València adscritas al Instituto de investigación de restauración del patrimonio iniciaban ayer el estudio previo de la casa de Can Ramon cara a evaluar su futura rehabilitación. Este estudio se lleva a cabo para conocer el estado del edificio y conocer también su historia. De momento se han realizado las primeras mediciones, tanto exteriores como interiores, así como documentación fotográfica intensiva y una primera aproximación al estado general de la construcción para determinar una futura remodelación. «Es un edificio de los más antiguos de Formentera conservado en relativo buen estado», nos comenta Soledad García, técnica de la UPV encargada del estudio. Nos confirma que la estructura de la casa no está excesivamente dañada, y que vale la pena restaurarla, «claro que se puede recuperar. Además, tiene mucho valor, ya que son arquitecturas que a lo mejor se conocen poco y se menosprecian porque se piensa que son viejas y que va a costar mucho dinero su remodelación, cosa que no es cierta del todo. Hemos de tener en cuenta que es un edificio que ha llegado hasta nuestros días porque tiene una consistencia y un aporte importante. Merece la pena conservarlo porque es parte de nuestra historia y es posible perfectamente».
Cabe recordar que la casa de Can Ramon figura en el catálogo de Patrimonio cultural de Formentera con un grado de protección C. De mayores dimensiones que las casas payesas comunes, esta construcción tradicional, datada entre los siglos XVIII y XIX, estuvo vinculada a la producción de vino así como a otras actividades agrícolas y ganaderas en régimen de explotación industrial.
La parcela donde se encuentra la edificación, así como su aljibe, fue adquirida por el Consell Insular con la previsión de que en la casa, una vez restaurada, se pueda instalar la futura sede del Museu Etnogràfic de Formentera, una posibilidad muy bien valorada por el técnico de Patrimoni del Consell, Jaume Escandell, ya que «sería ideal que este fuera el espacio que el día de mañana pueda albergar esta colección y se pudiera dotar la instalación como museo. Desde luego, sería un entorno más adecuado para las herramientas y utensilios que aquí se exponen».
Formentera, pues, recuperará una de sus casas más emblemáticas y ganará un nuevo espacio para la divulgación de su folklore y sus tradiciones.