Grúas, zanjas y vallas han pasado a formar parte del paisaje habitual del puerto de Vila, donde a las obras del edificio de la plaza de es Martell se han unido ahora los trabajos que está realizando en la dársena de Levante la empresa que gestionará a partir de ahora los amarres de yates de lujo.
Además, a partir del próximo lunes se unirá otra obra más: los trabajos de Costas para reforzar el acantilado de sa Penya, unos trabajos declarados de emergencia por el riesgo de derrumbe en la zona y que supondrán que diferentes camiones circulen por los andenes del puerto para acercar a la obra el material necesario para hacer la obra.
Desde la Federación de Comerciantes de la Marina-Puerto de Ibiza, mostraron su «preocupación» por el desarrollo de estas obras justo a pocos días de que empiecen las vacaciones de la Semana Santa y la llegada de los primeros turistas de la temporada, especialmente por las obras en la dársena de Levante que serán «una molestia» para los restaurantes y bares de primera linea del puerto, de las que, según dicen, su inicio ha sido «una sorpresa» porque nadie les había informado.
También se preguntan cómo les afectará al paseo la circulación de camiones cargados de material durante los dos meses que se prevé que duren las obras del acantilado. Según algunas informaciones que han recibido, se va a habilitar un acceso a través de un relleno de tierra que irá desde los pies de la Torre del Mar hasta la playa de Baix de sa Penya para que los camiones puedan pasar para llevar el material.
Desde el Ayuntamiento de Eivissa, informaron que durante el mes de abril los camiones podrán entrar durante todo el día en horario de mañana y tarde excepto de jueves a lunes santos cuando deberán cumplir el horario habitual de carga y descarga del puerto. A partir del 1 de mayo, el horario será exclusivamente de carga y descarga y solo en caso de recibir permiso de Autoritat Portuària de Balears (APB) podrán entrar de manera excepcional. Esta decisión se ha tomado, según Vila, para que se pueda hacer el máximo acopio de materiales durante abril y, a partir de mayo, se reduzcan las molestias en la medida de lo posible».
Además, el Ayuntamiento recalcó que, al haber sido declaradas de emergencia las obras por la peligroso estado del acantilado bajo la Casa Broner y a pie de muralla, las obras «no se tienen que atener a ninguna limitación horaria».
Los comerciantes del puerto critican que las obras en el puerto se realicen a estas alturas del año cuando se tendrían que haber iniciado en octubre, al finalizar la pasada temporada turística.