Ayer por la mañana Nuria Moreno y Sandra Borrás eran un manojo de nervios. Carreras por aquí, carreras por allá, cajas, joyas, zapatos, vestidos, y todo para que sus dos hijas, Marta Rubio y Judith Bonilla lucieran preciosas y brillantes como fallera, mayor y fallera mayor infantil, respectivamente, en los actos organizados este fin de semana por la Asociación Cultural Valenciana de Sant Antoni.
Sin embargo, y aunque el resultado final fue espectacular, no es una tarea fácil. Ambas chicas llevan encima unos elaborados trajes de unos 15 kilos, realizados de forma totalmente artesanal y que son auténticas obras de arte. Además, a primera hora de la mañana tuvieron una intensa sesión de peluquería a cargo de Daniel, un peluquero valenciano de la peluquería Carmen de Sant Antoni, para dejarles el pelo recogido en unas preciosas trenzas y sobre eso colocarles los rodetes cogidos con unas pinzas especiales, las peinetas y las joyas. «Vestir a una fallera lleva mucho tiempo porque el traje se compone de las enaguas, el ahuecador para que la falda tenga más volumen, la propia falda, que suele ser de seda, algodón o rayón y estampada con flores o motivos vegetales, la manteleta bordada en hilo de oro o plata formando llamativos dibujos, la camisa, el corpiño, que suele ser de la misma tela que la falda y finalmente los zapatos, forrados también con la misma tela que la del traje», aseguró Nuria Moreno mientras daba los últimos toques a su hija Marta.
Alegría y responsabilidad
Precisamente ella debuta como fallera mayor pero Judith ya ocupó su puesto hace 14 años. Por eso, a sus 11 y 22 años respectivamente, a las dos les inundaba ayer una mezcla de ilusión y responsabilidad. «He venido desde Londres donde trabajo de upper y en un comedor de un colegio y estudio Comunicación sólo para esto porque aunque soy ibicenca me he criado entre valencianos que me han acogido tan bien que desde pequeña me siento una valenciana más», aseguró ayer Judith. Tal vez por ello es «muy consciente» de lo que supone llevar la cinta al hombro. «Ya fui fallera mayor infantil cuando tenía ocho años pero ahora es todo muy distinto y por eso puedo decir que estoy viviendo unos de los días más felices de mi vida».
Por su parte, Marta también andaba con los nervios a flor de piel y recorriendo la casa sin parar. «Llevo mucho tiempo esperando este momento y cuando mis padres me lo propusieron me hizo muchísima ilusión y ahora que ya soy fallera mayor infantil es como si estuviera viviendo un sueño hecho realidad», aseguró muy seria esta estudiante del Santísima Trinidad de Santa Antoni que ya ha lucido traje de fallera en Valencia junto a las falleras mayores y en algunos pueblos como Algemesí.
Hoy se cierran los actos de este año con una ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados en la iglesia de Sant Antoni a las 12.30 horas, una mascletá a las 14.00 horas, actividades para niños en la carpa por la tarde y finalmente, una cremá de las fallas a partir de las 21.00 horas.
La manteleta de Judith, una obra de arte
La manteleta que lleva Judith para la ocasión sobre el traje que le ha prestado su hermana es una verdadera joya de arte. Ha sido elaborada por la madrina de su madre, Sandra Borrás, con seda italiana traída del extranjero, en color blanco, con hilo bordado a mano y con un dibujo muy especial creado especialmente para ellas.