La presidenta del Govern, Francina Armengol, se ve abocada a una remodelación del Govern cuando se cumple un año justo de la última: ayer dimitió una consellera, uno de los partidos del Govern abandonó el Ejecutivo y la continuidad de Biel Barceló como vicepresidente se resolverá en los próximos días. El Consolat ha intentado blindarle y que no le salpique la crisis provocada por los contratos adjudicados a su exjefe de campaña.
La consellera de Transparència, Ruth Mateu, cargó ayer con la responsabilidad política de las contrataciones de diversos departamentos gestionados por Més con consultorías de Jaume Garau, que ayer fue expulsado del partido.
La presidenta Armengol anunció la dimisión de Mateu y la justificó en que era la encargada del velar por el código ético de todo el Govern balear, aunque no ha hizo responsable de ninguna actuación irregular o ilícita. Dijo que era una prueba de que su Govern «ha fijado un nivel de exigencia y de ejemplaridad muy alto».
Armengol, que compareció sola ante los medios de comunicación, indicó que ignoraba si se asumirían, en el futuro, más responsabilidades. Afirmó que, en estos momentos, no veía razones para que Biel Barceló saliera del Govern (evitó en varias ocasiones concretar si le había presentado la dimisión) pese a que en Turisme también se había encargado estudios.
La presidenta reclamó «unos días» para despejar el alcance de la remodelación. El Consolat quiere evitar que la crisis alcance al vicepresidente, sobre todo ahora que está pendiente de aprobar la ley que regula el alquiler a turistas y que ya se ha convertido en un interlocutor aceptado por el sector. Sin embargo, otras voces en su partido rechazan, en privado su gestión. Entienden que no se diferencia mucho de la que haría un conseller «de derechas».
Disculpas
Nada de eso, sin embargo, se oyó oficialmente en la asamblea informativa que Més per Mallorca celebró por la tarde. Oficialmente, según Bel Busquets (coportavoz) «salimos reforzados».
El lunes estará lista la auditoría que Hisenda ha realizado sobre las contrataciones y una comisión delimitará si se han cometido actuaciones que incumplen el Código Etico. Sólo entonces se concretarán si hay más destituciones en otros departamentos del Govern.
Aunque en un primer momento confió en que Més per Menorca, partido al que representaba Mateu en el Ejecutivo, no abandonaría el Govern, su asamblea decidió dar el paso horas después.
Por la mañana, y después del anuncio de Armengol, la consellera dimisionaria explicó que lo hacía «por responsabilidad política, ética, por convicción y como una muestra de contundencia». Aunque defendió la legalidad de los contratos con las consultoras de Garau, precisó que algunos «no se han hecho correctamente».
«Ni yo ni otros miembros del Govern hemos recibido instrucciones sobre a quién teníamos que contratar», dijo. Y añadió: «Pido disculpas a la ciudadanía». Además, quiso dejar claro que tras los contratos hechos públicos no hay «ninguna trama»
previamente, la presidenta balear también había defendido la legalidad de las contrataciones, pero expresado su disconformidad con lo sucedido. «Estéticamente no me gustan nada», dijo.
El papel de Santiago
La presidenta balear, según se informó ayer a este diario a lo largo de la jornada, tiene previsto reunirse con la dirigente de Mès per Menorca, Maite Salord. En su opinión, la salida menorquina, no afectará a la estabilidad. «Lo importante son los acuerdos y la gestión, y llegaremos a acuerdos», dijeron desde el entorno de la dirigente socialista.
La dimisión de Mateu se concretó por la mañana. Según la información recabada por este diario, tanto Fina Santiago como David Abril insistieron en que Més tenía que «dar ejemplo» en asuntos de este tipo, cuando se pone en duda la actuación ética de dirigentes que siempre han hecho bandera de este asunto. Fina Santiago, titular de Afers Socials, jugó un papel relevante para que no se eludieran dimisiones.
El día anterior, la idea pasaba por buscar responsables en las gerencias de las empresas y de departamentos que habían contratado.
La oposición no dejará pasar la ocasión. Todos los partidos consideraron ayer que la renuncia de Mateu era insuficiente. Biel Company, presidente del PP desde hace una semana, se estrenó como portavoz. Afirmó que Armengol no controlaba el Ejecutivo y que no tenía poder de decisión. PI y Cs quieren aprovechar la crisis para suprimir definitivamente la Conselleria de Transparència y que sus competencias pasen a Presidència. Esta posibilidad no se descartaba ayer. Es posible que, tras la salida de Més, sus competencias se repartan entre otras dos conselleries. Hoy seguirán las reuniones.
Apuntes para una crisis política
HIPÓTESIS
La presidenta Armengol no considera incorporar a Podemos a su Ejecutivo
☛ La presidenta Armengol aseguró que no había considerado la posibilidad de que Podemos se incorporara al Govern aprovechando la inminente remodelación. La presidenta enfatizó ayer, preguntada por este asunto, que ni se le había ocurrido ni le constaba que los morados tuvieran ningún interés.
COINCIDENCIA
Hoy hace un año de la renuncia de Esperança Camps, su antecesora
☛ Hoy se cumple un año justo de la renuncia de Esperança Camps como consellera de Participació, Transparència i Cultura. La salida de Camps, que se fue con críticas a Més que le impuso decisiones que no asumió, forzó a la presidenta Armengol a una remodelación más amplia del Ejecutivo. Entraron Ruth Mateu y Pilar Costa.
PROCESO
El lunes se reúne la Comisión de Ética tras la auditoría de los contratos
☛ El lunes se reunirá la Comisión de Ética para decidir si el proceso de adjudicación de contratos fue correcto y se produjeron comportamientos no éticos, de acuerdo a lo que establecen las normas internas del Ejecutivo. Previamente habrá concluido la auditoría interna sobre todas las adjudicaciones de Més.