Rómulo, Remo y la loba capitolina es el título de los talleres que ha organizado este año el Museo Arqueológico de Eivissa y Formentera (MAEF) para enseñar a los niños a través de juegos y manualidades cómo era la antigua Roma aprovechando las vacaciones de Pascua.
Durante cinco días, una veintena de niños aprenden a cocinar las recetas de Apicio, un gastrónomo romano del siglo I d.C., a jugar al ‘Terni lapilli', el tres en raya romano, o a saber cuáles son las diferencias entre un templo romano y uno griego. «Les enseñamos cómo viven los niños romanos aunque ellos están más interesados en cómo iban en la antigüedad al baño», bromea Carmen Mezquida, coordinadora del taller.
Mientras lo explica, los niños tratan de disolver harina en un recipiente con agua para hacer una lápida romana. «Tiene que quedar como cuando nos preparamos el Cola Cao», explica Mezquida, mientras Álvaro, de 9 años, hace ademán de probar la mezcla que está realizando.
Los más formales son los veteranos del grupo: José Carlos y Carmen que acuden desde hace varias ediciones a estos talleres dedicados cada año a una civilización diferente aunque cada uno tiene sus preferencias. Carmen afirma que sus favoritos son los fenicios porque fueron «los comerciantes que llegaron a Ibiza». En cambio, José Carlos lo tiene claro: «Los romanos son los mejores porque conquistaron todo el Mediterráneo».