El pleno del Consell d'Eivissa aprobó ayer de manera definitiva, con los votos en contra del PP, la norma territorial cautelar que modifica el PTI y con la que el Ejecutivo insular pretende limitar las construcciones en suelo rústico. El departamento de Territori ha introducido «pequeños cambios» en favor del sector agrario tras analizar las más de 2.500 alegaciones presentadas al texto original, pero según la oposición «favorecerá la especulación con la compra de terrenos en rústico, si pasados los tres años de vigencia, no se ha cerrado un acuerdo territorial».
La NTC aprobada con los votos del PSOE y Podemos-Guanyem afecta a todos los proyectos que se hayan presentado en los Ayuntamientos a partir del pasado 1 de septiembre, pero también tendrá efecto en las peticiones de licencias presentadas hasta el 31 de agosto que no tengan completada la documentación.
Uno de los cambios introducidos a la moratoria del Plan Territorial Insular permite explotaciones en Áreas Naturales de Especial Interés (ANEI) y en Áreas Rurales de Interés Paisajístico (ARIP), aunque no sean prioritarias, siempre que no se modifique la orografía de los terrenos y dé lugar a nuevas construcciones. En cuanto a la prohibición de anexos, se especifica que sólo afecta a la construcción de viviendas. De las medidas de ahorro de agua y construcción de aljibes, serán exigibles únicamente a los proyectos de nuevas viviendas en suelo rústico. Además, se permite el cambio de uso de actividades, excepto las turísticas.
Sobre la construcción de piscinas, la norma establece que el volumen de agua no podrá exceder los 60 metros cúbicos y se elimina la restricción de superficie (35 metros cuadrados). También se autorizan vallados de más de un metro de altura en las explotaciones agrarias, una modificación que fue ayer aplaudida por la Federació Pitiüsa de Races Autóctones.
Reacciones
Según la consellera Pepa Marí, el nuevo texto aporta «más seguridad jurídica» a la normativa, con la que «se pretende proteger el suelo rústico de la especulación». Para Podemos-Guanyem supone «un paso de gigante» y «pone fin a la época de descontrol y avaricia» sobre el territorio. «Ahora habrá disciplina urbanística como en Mallorca y Menorca», destacó la vicepresidenta del Consell y portavoz de la formación, Viviana de Sans.
El conseller popular Mariano Juan acusó al equipo de gobierno de no haber «invitado» a su grupo a la redacción del texto y acusó al Ejecutivo de «alinearse con los especuladores» ya que, en su opinión, éstos «tendrán la posibilidad de adquirir alguna de las fincas y los que tienen dinero harán un gran negocio».
Pepa Marí respondió que una norma territorial cautelar «no se negocia» y criticó a la oposición por «no hacer pública su postura sobre la regulación del suelo». PSOE y Podemos coincidieron en señalar que el de ayer fue «un día histórico».