Vicente Tur preside la asociación de Sa Colometa desde hace casi veinte años. Tomó el relevo de su padre. «La directiva somos todos hermanos», apunta. «Los padres de casi todos nosotros estuvieron en la asociación cuando se creó pero ahora son muy mayores y algunos no están. Nuestros hermanos dependen de nosotros», apunta Josefa Partida, vocal. La situación de la residencia Can Raspalls, creada inicialmente para personas con discapacidad intelectual y salud mental, es una de sus inquietudes principales. La higiene bucal para el colectivo, que necesita una atención muy especializada, es uno de los servicios que reclaman para Ibiza.
¿Cómo se encuentra la residencia de Can Raspalls?
__(Vicente Tur) Hay tres módulos en marcha, dos de residencia y uno de respiro, pero los dos módulos ya están llenos. Hay 36 camas y no tenemos más, nos encontramos que las 24 de residencia están completas. Hay un centro de día.
__(Josefa Partida) No hay respiro como tal. Me ha pasado con mi hermana. Lo solicité y me lo dieron en salud mental, me arregló la vida porque no sabía qué hacer con ella y tenía que trabajar.
¿Cuál es vuestra principal reivindicación?
__(V.T.) Está creada la residencia pero está ya al cien por cien. Los dos módulos de la residencia están a tope y el otro que queda lo quieren utilizar para discapacidad física. Nos parece bien que tengan una residencia pero se creó para intelectuales.
¿Han hablado con la administración?
__(V.T.) Enviamos instancias el año pasado al Consell y al Govern, que es el que gestiona el centro, y no nos han contestado. Estamos en una situación en la que hay una persona en lista de espera para entrar en la residencia y nos encontramos que hay muchos discapacitados, que sus padres son mayores, y están a punto de entrar en la residencia pero no hay plazas.
¿Qué solución hay?
_(V.T.) No lo se. El otro día presentaron la cartera de servicios sociales, nos parece muy bien, pero si no se crean recursos cómo se van dar estos servicios.
¿Can Raspalls se ha quedado pequeña?
__(V.T.) No voy a decir que se haya quedado pequeña pero con la manera que lo quieren utilizar se quedará a este paso.
Pero hay otras residencias en Ibiza.
__(V.T.) Hay para Alzheimer y para mayores, pero no para discapacitados. La única que hay para discapacitados es Can Raspalls. Esa residencia se hizo especialmente para discapacidad intelectual y salud mental. Hay unas salas que son una maravilla y que no se utilizan, como una piscina con bañeras para dar terapia pero nos han dicho que es muy caro poner en marcha este servicio.
Es decir, que tienen una piscina pero no se ofrece ese servicio.
__(V.T.) En este caso la piscina no. De hecho los discapacitados que hacen piscina se desplazan a Raspallar porque poner en marcha la de la residencia les resulta muy caro. Can Raspalls funciona con los mínimos. Hay unos monitores que el director nos dice que cumple con las ratios que les exige la ley, uno para diez discapacitados, que nos parece una barbaridad porque los que más utilizan la residencia son los que tienen una discapacidad profunda. No vamos a decir que están mal atendidos. No nos quejamos del servicio pero se podría mejorar. Tendría que haber más recursos. Esa es nuestra exigencia.
__(J.P.) Hay personas con una discapacidad profunda muy elevada, que las que tienes que dar de comer y bañar.
¿Cómo colaboran con las instituciones?
__(V.T.) Colaboramos con los centros organizando cosas donde no llegan ellos. Hay cursos de musicoterapia y equinoterapia. Ahora estamos preparando una actividad de musicoterapia en la residencia que subvencionamos nosotros. Colaboramos con el servicio de transporte al centro. Tuvimos la suerte de conseguir un autobús y una furgoneta que cedimos a Cruz Roja. Nos costó mucho y aún tenemos algún ayuntamiento que no ha pagado una parte. Nos subvencionaron una parte y la otra la tenían que entregar cuando aportamos la factura de a compra y lo hicimos. Son mil euros.
__(J.P.) Mil euros es lo que pago yo de contribución a ese ayuntamiento. Es un poco triste.
¿Cómo se encuentra la asociación?
__(V.T.) Somos voluntarios, no tenemos empleados y el cien por cien de nuestro presupuesto va a las personas con discapacidad y nos gustaría un poco de más implicación de los socios, somos unos 60. Funcionamos con nuestras cuotas de socios y a través de donativos, pero cada vez está más difícil acceder a las subvenciones y presentar proyectos. Cada año hacemos una fiesta en verano en el centro. Estamos muy limitados porque cada uno tiene su trabajo y hacemos lo que podemos.