El Grupo Popular en el Ayuntamiento de Vila solicitará al equipo de gobierno que establezca un sistema de vigilancia y control en los aparcamientos disuasorios de la ciudad para garantizar la seguridad de los vecinos y visitantes.
Los 'populares' han criticado la «sensación de inseguridad» que tienen los usuarios al estacionar en algunas de estas zonas, donde comienzan a proliferar los 'gorrillas', actividad expresamente prohibida por las ordenanzas municipales.
Desde el PP se han mostrado convencidos de que, garantizando su seguridad, estos aparcamientos resultarían mucho más efectivos y se haría un mayor uso de los mismos.
Los concejales han planteado que esta vigilancia la realicen agentes de la Policía Local, que se estudie la posibilidad de instalar un sistema de vídeo-vigilancia o bien que se contraten los servicios de una empresa de seguridad privada.
A juicio de los 'populares', la inseguridad actual de estos aparcamientos es «una contradicción con toda la política de movilidad del equipo de gobierno». «No se puede animar a los conductores a que utilicen los aparcamientos disuasorios y, al mismo tiempo, no ofrecer las más mínimas garantías de seguridad tanto de los usuarios como de sus pertenencias», han señalado desde el Grupo Popular.
Los 'populares' han recordado que Vila cuenta en estos momentos con diversos aparcamientos disuasorios con capacidad para más de dos mil vehículos y que estas plazas pretenden paliar la falta de estacionamiento en el centro de la ciudad agravada con la peatonalización de Vara de Rey.
Desde el PP han recordado que el concejal de Movilidad y el propio alcalde aseguraron que se estaba trabajando en un posible plan piloto para que la conexión entre los aparcamientos disuasorios de la ciudad y el centro sea cómoda y ágil, de forma paralela a los cambios previstos en la movilidad urbana de la ciudad. Sin embargo, según los 'populares', «la mejor forma de promocionar el uso de los aparcamientos disuasorios es hacerlos más seguros de lo que son en estos momentos».
Los concejales han recordado que el artículo 27 de la ordenanza de Convivencia Ciudadana protege a los vecinos y visitantes ante «conductas que adoptan formas de mendicidad insistente, intrusiva o agresiva, así como organizada, sea esta directa o encubierta bajo prestación de pequeños servicios no solicitados» y que, a pesar de ello, el actual equipo de gobierno permite la actividad de los 'gorrillas' en el municipio.