El Ayuntamiento de Eivissa, a través de una carta escrita por el alcalde Rafa Ruiz a principios de este mes de junio, manifiesta al presidente de la Autoritat Portuària de Balears (APB), Joan Gual de Torrella, su descontento y malestar con la gestión que está llevando a cabo el delegado de la APB en Ibiza y Formentera, Joaquín Jiménez.
En la misiva, el alcalde reconoce que en esta legislatura hay un carácter dialogante y colaborador tanto por parte del Ayuntamiento como por el gestor portuario, pero hay matices relacionados con la dirección del puerto ibicenco. «Lamentablemente tenemos que comunicarle que, pese a la actitud colaboradora, abierta y dialogante que se ha instalado en la APB desde su nombramiento [haciendo referencia al presidente de la APB, Joan Gual de Torrella], el día a día de la relación puerto-ciudad sigue siendo muy complejo y nos sentimos gravemente perjudicados por las actitudes, acciones o inacciones del director del puerto de Ibiza hacia la ciudad», se extrae de esta carta.
Los ejemplos
El alcalde cita, a continuación, la grave situación que se produjo en septiembre de 2015 cuando se produjeron fuertes lluvias que inundaron la zona del puerto antiguo y fachada marítima como nunca antes había pasado.
Las obras de remodelación del puerto antiguo y fachada marítima anularon tres salidas de agua, lo que provocó que las inundaciones se agravaran. Tras las inundaciones, APB y Ayuntamiento acordaron que se harían obras para evitar que volviera a pasar lo mismo. «Se taparon de manera incomprensible y sin ningún tipo de previsión los puntos tradicionales de salida de agua. Lo que comportó unos graves perjuicios, de sobra documentados, para las viviendas y comercios de alrededores del puerto, pero en ningún momento se asumió ninguna responsabilidad por parte del director del puerto, que se escudó en errores de sus compañeros de Mallorca y que llegó a afirmar que el puerto ‘no tenía vecinos' y que, por tanto, esta problemática le era completamente ajena», explica Ruiz en el escrito.
El alcalde cita que hay otros tantos ejemplos «menores de escasa implicación y falta de profesionalidad», pero asegura que lo que ha «acabado con la paciencia» del equipo de gobierno de Vila han sido las últimas obras en la fachada marítima, que se iniciaron sin «ningún aviso previo, sin supervisión municipal, como política de hechos consumados, que es lo que la dirección del puerto ha convertido en norma y no en excepción». Ante la exigencia de información por parte de vecinos y comerciantes, el alcalde se dirigió al director del puerto de Ibiza quien «literalmente dijo que él de esta obra no sabía nada. Así se demostró, de hecho, en posteriores visitas de obra, lo que no hace más que reforzar la falta de confianza que este Ayuntamiento tiene en la manera en que se llevan en Ibiza los asuntos relacionados con la gestión portuaria ordinaria». Ruiz asegura, además, que este malestar con la forma de actuar del director del puerto de Ibiza se comparte con vecinos y colectivos que trabajan o interactúan con el puerto «y que vienen al Ayuntamiento a hacernos saber su malestar».
Por todo ello, el Ayuntamiento de Eivissa con Rafa Ruiz a la cabeza piden directamente a Gual de Torrella que «tome medidas urgentes y contundentes para cambiar esta realidad tan perjudicial para nuestro puerto y para el conjunto de la sociedad que lo envuelve».