Mañana se cumplen dos años desde que Vicent Torres Guasch (Ibiza, 1963) prometiera su cargo como presidente del Consell d'Eivissa después de conseguir el apoyo de los consellers de Podemos–Guanyem. La problemática de la vivienda en la isla y la polémica con los pisos turísticos ocupan buena parte de esta conversación.
—Llevan dos años gobernando juntos y todavía no ha sido capaz de hacerle entender a Viviana de Sans la importancia de la promoción turística. ¿Por qué no la invita a Fitur o a la WTM de Londres a las que va usted?
—La hemos invitado más de una vez. Es verdad que hay mucha gente que tiene un concepto de la promoción muy identificado en lo bien que viven los políticos. Es muy difícil escoger un turista que venga en temporada baja y que sea respetuoso porque es el que todos los destinos del mundo quieren. Con los recursos que tenemos, que no son muchos, intentamos buscar el producto que atraiga turistas en temporada baja. En temporada alta no hacemos mucha promoción porque seguramente tenemos un exceso de turistas. Creo que es un error estratégico reducir en promoción e, incluso, invertiría mucho más en temporada baja.
—Ibiza está saturada. ¿Sí o no?
—Ibiza tiene determinadas zonas que están saturadas en determinados momentos. Tenemos una capacidad y no la podemos estirar. Lo que tenemos que intentar es que nuestra industria turística trabaje cuantos más meses mejor sin entrar en saturación. Ibiza siempre se ha llenado en agosto, ahora se llena más meses, y nos colapsa ciertas infraestructuras. Nosotros no queremos aumentar ni una plaza hotelera más. Ahora quedan 9.000 pendientes de asignación y tenemos que intensificar los controles para que no haya camas intrusas en la oferta turística y creo que la modificación de la Ley General Turística nos ayudará a controlar esta oferta. Hay demasiados pisos o casas alquilados a turistas.
—¿Los pisos turísticos serán legales en alguna zona de Ibiza?
—Yo creo que no. Y hablo por las manifestaciones que han hecho los alcaldes. Hay que distinguir dos cosas: la problemática social de estos alquileres y, por otra parte, la oferta en sí de estos pisos turísticos a nivel global. Nos equivocaríamos si pensáramos que no existe. Ibiza tiene que estar en un mercado global y atender a todos los tipos de visitantes. Sin embargo, cuando tenemos problemas sociales para acceder a la vivienda hay que buscar sistemas para regularlo y los turistas tienen muchas camas y lugares donde pernoctar sin necesidad de alquilar pisos. Los alcaldes han sido claros pero no descartaría que después, en los Planes de Intervención Turística (PIATS), que son como el PTI turístico, se pudiera clasificar alguna zona y que algún alcalde diga que a lo mejor le conviene. Seremos respetuosos con su decisión, pero pensamos que en la actualidad tenemos suficientes camas de alquiler turístico.
—¿Habla de alguna zona concretamente? Porque se especula con Platja d'en Bossa o Sant Antoni.
—Muchas veces decimos que no queremos alquileres turístico en ningún sitio y nos olvidamos que hay zonas, por su configuración, seguramente se podrían dinamizar con alquileres turísticos reglados, no lo que pasa ahora. Pero esto lo tienen que pensar los alcaldes y nosotros lo que creemos es que tenemos que dejar de registrar casas y pisos turísticos porque no hay suficientes viviendas donde la gente viva. Pero no podemos obviar que, aunque nosotros digamos que lo eliminaremos, si no somos capaces de controlarlo seguiremos teniendo esta oferta. Lo más importante es modificar la ley y que nos dé los instrumentos para controlarla.
—Sus socios de gobierno pretenden declarar a Ibiza como una isla libre de pisos turísticos. ¿Votarían a favor ustedes si se presenta?
—La declaración la podemos hacer y los titulares están muy bien, pero el hecho es que los hay. Nosotros no queremos que se mezclen usos turísticos con el residencial y para los turistas ya tenemos una oferta reglada de casas turísticas suficientemente grande y perseguiremos con todos los medios esta oferta ilegal.
—Las televisiones nacionales han encontrado en Ibiza un caladero con el que llenar magazines matinales y elaborar reportajes que se emiten en horarios de máxima audiencia sobre el problema de la vivienda. ¿Le gusta la imagen que ofrece la isla?
—No, no me gusta, pero no quiero decir que no sea real lo que dicen estas televisiones. Todos somos conscientes de que hay problemas de vivienda en Ibiza pero no nos gusta que salgan estas imágenes que están muy polarizadas. También podríamos hablar de muchos ciudadanos que viven su día a día de forma normal pero no es noticia, y lo entiendo. Si vamos al fondo de la cuestión, hay que impulsar medidas correctoras en vivienda para que esté al alcance de las personas, con alquileres que sean el 30% o el 40% del salario de un trabajador. Si desde el Consell podemos tener suelo a disposición intentaremos activar planes de vivienda pero es complicado porque los solares son caros.
—Una sentencia le ha dado la razón al Consell por sancionar a un propietario de un piso que lo alquilaba turísticamente. Esto no es precisamente tener las manos atadas, como dijo su director insular de Turisme en el tema de los alquileres.
—Seguramente no fue la mejor expresión pero sí es verdad que a veces es frustrante que con las herramientas que tenemos los expedientes no pueden acabar en sanciones a pesar de que un piso se está alquilando claramente a turistas.
—Semanas atrás pusieron en marcha un teléfono y un e-mail para que los ciudadanos denunciaran alquileres turísticos. ¿Cuántas denuncias reciben al día?
—No le sabría decir el número exacto pero sí que hubo un par de días que estuvo colapsado por lo contrario, es decir, porque nos llegaban mensajes de gente que alquilaba habitaciones o pisos y que esta actividad les ayudada a incrementar su renta para pagar hipotecas y que nos pedía que no hiciéramos tanto control. Sí que es verdad que yo firmo archivos de denuncias porque no todos los que llegan con una maleta a un domicilio y están dos semanas alojados es un alquiler turístico irregular. O no porque hagan ruido se puede actuar o podemos decir que son turistas.
—¿Qué se hace con los pisos turísticos que ustedes detectan en internet? ¿Qué protocolo siguen para sancionarlos y que dejen de ofrecerse como pisos turísticos?
—Los inspectores visitan cada día diferentes portales y lo primero que hacen es pedir que se nos informe del número de registro turístico. Si no lo tienen y han infringido la normativa actual, que ya digo que nosotros solo podemos perseguir la comercialización en portales turísticos, se le abre un expediente.
—¿Tiene que aumentarse ya el impuesto turístico como pide Podemos?
—Se tiene que estudiar. Hace un año que se implantó y creo que se puede hablar de éxito. Este año nos ha dado la razón en que no se pierde competitividad ni se pierden turistas. Hay que estudiarlo; el Govern lo mirará bien pero creo que hay que hacer las cosas poco a poco. Que en un año el impuesto se haya implantado con el éxito de que a nadie le escueza tendríamos que saber administrarlo. Si se tiene que subir tendría que ser de manera gradual y lógica, sin ninguna exageración.
—En el pleno anunció que empezarían las reuniones para elaborar el Plan de Marketing en septiembre. ¿No es demasiado trabajo para tenerlo acabado antes de que acabe el año?
—Sí, estamos retrasados. En septiembre empezaremos a trabajar con el sector turístico y empezar a redactar el plan. Espero que esté bastante avanzado en su primera fase este año, pero también dependerá de lo ambicioso que queramos que sea el plan. Estamos en fase de contratación de la empresa y se pondrán a ello enseguida. Tenemos que definir con el sector privado los caminos a seguir en el futuro.
—¿Está vigente el eslogan del anterior plan de marketing, ‘Ibiza, todas las islas en una'?
—Sí, seguramente está vigente. En aquel momento se buscaban otros productos porque estábamos basados en una economía de sol y playa al 100% y veíamos que el turismo se estaba diversificando. Por primera vez se tuvo al ocio como un segmento positivo cuando antes estaba proscrito. Hoy en día, Ibiza tiene un nombre muy consolidado y esta fama nos ayuda a enganchar productos que hasta ahora no tenían interés como la cultura, el patrimonio o la gastronomía, de los que no se hablaría sin promoción turística de las administraciones.
—Este año también se tiene que decidir una nueva financiación en promoción turística. ¿Qué objetivo se marca?
—Lo que queremos es mejorar. Cuando luchamos por una mejor financiación de una competencia como promoción turística no quiere decir que lo gastemos todo en promoción sino que es más dinero para el Consell. Pensamos que el decreto 45/2015 pensamos que era muy justito en cantidad y pensamos que se tiene que mejorar. Buscamos el 20% que decimos que nos corresponde a nivel de peso turístico en las islas y la intención es que para 2018 todos los Consells tengamos esta competencia cedida.
—¿Está decepcionado por que todavía no esté en marcha la interconexión de las desaladoras?
—La verdad es que sí. Cuando comenzamos a gobernar faltaba muy poco para acabar la interconexión y la estación impulsora de Santa Eulària hacia el circuito general del agua. Hemos avanzado muchísimo en estos dos años y la gente de Sant Jordi tiene agua buena, aunque quizás este verano puede haber algún episodio en que no lo sea tanto, pero sí es verdad que este año se acabará esta interconexión. También hay que ser más respetuoso con el agua porque será un recurso más caro con las desaladoras.
—¿Puede prometerme que este año ya habrá maquinaria trabajando en la carretera de Santa Eulària?
—Espero que sí. Ahora estamos estudiando ofertas y si todo va como tiene que ir pienso que sí pero podemos tener algún tropiezo y que alguna empresa denuncie la licitación y nos retrase, pero la intención es que este año se empiece la carretera.
—Después de lo ocurrido en la travesía de Jesús, ¿por qué sigue confiando en Pepa Marí?
—Porque Pepa Marí está haciendo un trabajo muy bueno. La nombré yo, formaba parte de mi lista y tiene toda mi confianza. Sí que es verdad que su área es poco agradecida. Nos sabe mal los problemas que han tenido los vecinos de Jesús; ha habido actuaciones que no han sido correctas por parte de la empresa que ha ejecutado las obras y vamos detrás de ella para que las corrijan. Cuando hagamos la variante, que tendría que haber sido la primera obra que se tendría que haber hecho, la travesía ya no soportará ni un 10% del tráfico que ahora tiene.
—Se ha escrito que su entrada en la ejecutiva nacional del PSOE fue in extremis. ¿Se considera una cuota?
—Yo creo que no fue in extremis, pero me reservaré para mí las cuestiones internas del partido. Balears siempre ha tenido algún representante y podemos estar satisfechos. Pedro Sánchez ha abierto un nuevo camino en las políticas municipales y ha hecho una secretaría ejecutiva que tiene muy en cuenta las políticas isleñas y esto es muy positivo para Balears e Ibiza y con esto me quedo. He estado en muchos congresos y le puedo asegurar que más del 50% de cualquier ejecutiva no sabe nada hasta la noche del sábado. Francina Armengol me había informado, yo también había hablado con Pedro Sánchez pero no quería interferir en las negociaciones del secretario general a la hora de formar su equipo.
—¿Es partidario de una moción de censura para echar a Rajoy lo antes posible?
—Soy partidario de reforzar al máximo al PSOE. El último congreso nos ha dado un nuevo impulso porque volvemos a tener una nueva masa detrás empujándonos y vemos al PP cada vez más acorralado por la corrupción. Mi impresión es que el PSOE tiene que estar preparado para gobernar y aprovechar la ocasión. Una moción de censura no la veo porque no tenemos la mayoría suficiente para gobernar, pero en unas elecciones generales, anticipadas o no, el PSOE volverá a competir y buscará mayorías entre las fuerzas de la izquierda.
—El 29 de julio se celebra el III Congreso Insular de la FSE y usted acude sin rival. ¿Tan bien lo ha hecho en estos últimos cinco años?, ¿Cómo ha conseguido unir al partido?
—Hemos intentado hacer las cosas bien y que nadie se sintiera distanciado del partido. El último congreso no acabó como nos hubiera gustado y mucha gente se distanció. Poco a poco, el nuevo equipo nos hemos ganado el respeto de los militantes, hemos intentado que la gente se incorporara a los procesos participativos internos. No le negaré que siempre hay alguna puerta que sigue cerrada y que tenemos que intentar abrir. Llegamos en buenas condiciones al congreso y gobernando en tres ayuntamientos, el Consell y el Govern. Tenemos mucho margen de mejora en sistemas internos, en la comunicación con la militancia y que los ciudadanos nos vea como un partido con soluciones.