Unos 70 vecinos de Sant Jordi acudieron ayer a la convocatoria del Ayuntamiento de Sant Josep para informar sobre los detalles del avance del Plan Especial de Protección de la iglesia y su entorno. La cita evidenció la inquietud y la preocupación de muchos propietarios y comerciantes de la localidad, confusos ante la previsión que recoge el proyecto de expropiar determinadas parcelas, ajustar edificaciones y retirar plazas de aparcamiento del centro urbano.
El alcalde, Josep Marí Ribas Agustinet, explicó que el objetivo de este proyecto, que también se debe ejecutar en Sant Josep, es principalmente el de consolidar y crear nuevos espacios libres alrededor de la iglesia y potenciar la centralidad del núcleo urbano en torno a la misma, declarada junto a la iglesia josepina Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de conjunto histórico-artístico en 1996. «Sin la aprobación del plan no se pueden dar licencias de obra en el radio de 250 metros del entorno de la iglesia», recordó el primer edil, que estuvo acompañado por la arquitecta municipal Raquel García, y el concejal de Urbanismo, Ángel Luis Guerrero.
El avance del PEP, diseñado por el estudio barcelonés Guitart Arquitectura y avalado por el equipo de gobierno, sostiene que se han de mantener las actuales condiciones de altura de los edificios y pretende reducir en lo posible la edificabilidad en los entornos de la iglesia. Varios propietarios mostraron su preocupación antes eventuales expropiaciones, mientras otros vecinos se opusieron a que se abran nuevos viales que podrían afectar a algunas de sus propiedades. Los titulares del proyecto recordaron que para edificar en solares urbanos «tiene que haber calles, con entradas y salidas». Sin embargo, muchos asistentes coincidieron al apuntar que con este plan para proteger la iglesia «se perderán derechos» sobre sus propiedades.
El avance del PEP proyecta también un bulevar con arbolado en la travesía de Sant Jordi y peatonalizar espacios cercanos a la iglesia, proponiendo recuperar algunos ocupados por edificaciones bajas –se cita Cars Ibiza–. En este punto varios comerciantes expresaron su preocupación por la eliminación de aparcamientos, lo que según estos vecinos reduciría drásticamente su clientela y la actividad comercial del pueblo.
El proyecto incluye la construcción de un parquin subterráneo en la travesía de la calle Montblanc (al Este de la iglesia), aunque Agustinet puso en duda su viabilidad. El alcalde, que vivió momentos de tensión con el concejal de la oposición Javier Marí y con un vecino que le acusó de «embolsarse dinero» con las obras, garantizó a los vecinos que reducirán al máximo el impacto del proyecto y que disponen de dos meses para presentar propuestas o sugerencias. Además, cuando los planes especiales de Sant Josep y Sant Jordi se aprueben en pleno de forma inicial se abrirá un nuevo periodo de exposición pública para la presentación de alegaciones.