Lala tiene nueve años, lleva cuatro trabajando en la isla junto al agente Carlos Grivé y es la más eficaz del cuerpo de la Policía Local de Sant Antoni localizando sustancias estupefacientes. De pelo largo y oscuro, esta hembra de pastor alemán fue recibida ayer entre vítores por los alumnos de 1º, 2º y 3º de ESO del instituto Quartó de Portmany, ante los cuáles hizo una demostración de la efectividad de su privilegiado olfato.
Mientras se retiraba del patio junto a Grivé, varios agentes escondieron una pequeña cantidad de marihuana que Lala no tardó mucho en localizar. En cuanto la detectó hizo el «marcaje»: sentarse al lado de donde estaba la droga e indicar con su hocico donde se encontraba. «Para ella no es un trabajo, es un juego», apuntó su guía, que explicó que su premio es un mordedor por el cual tiene una auténtica «obsesión». Grivé quiso desmentir algunos mitos y aclaró que en su aprendizaje «no se les fuerza ni se les obliga» y que «nunca se les da ninguna sustancia» para que aprendan a buscarla, sino que «solo se les asocia un olor».
Actuación policial
Desde el pasado mes de marzo, Lala trabaja en el municipio portmanyí donde este verano ha ayudado en el equipo nocturno a incrementar las incautaciones de drogas. «A falta de sacar las estadísticas, podemos afirmar que el resultado ha sido muy positivo y sabemos que la incautación de droga requisada ha aumentado», apuntó la concejala de Gobernación, Aída Alcaraz, que detalló que la aportación de Lala ha servido para la detención de personas que se dedican al menudeo pero, sobre todo, para la incautación de drogas que los vendedores esconden en la vía pública.
Los agentes explicaron a los alumnos las consecuencias de llevar droga encima, «aunque solo sea un porro», y destacaron que las sustancias requisadas se envían a la Delegación de Gobierno donde se destruyen «completamente». El policía tutor Ángel Luna recordó a los alumnos que las sanciones van «de los 600 a los 10.000 euros» por posesión de drogas y mandó una advertencia: «La próxima vez vendremos sin avisar».
Esta actividad está enmarcada dentro del Plan Municipal de Drogas del Ayuntamiento de Sant Antoni y se repetirá en los centros de Can Boned y Santísima Trinidad. La encargada de este programa, Naiara Juan, destacó que el objetivo es ofrecer talleres dedicados a los adolescentes del municipio para «crear un ocio alternativo y evitar conductas de riesgo». En este sentido, detalló que en Ibiza «hay un inicio del consumo de drogas en edades más tempranas, entre los 13 o 14 años».