Este año la Masonería celebra tres siglos de existencia a nivel internacional y los 25 años de la Gran Logia de Balears. Por este motivo, Óscar de Alfonso, Gran Maestro de la Logia de España, está en Ibiza para visitar dos de sus tres Logias, en este caso, las de habla inglesa. «Han querido que esté presente en la ceremonia en la que el venerable Maestro es instalado en lo que nosotros llamamos el trono del Rey Salomón», explicó ayer en rueda de prensa. Y es que, en toda Logia, el venerable Maestro es elegido por todos los hermanos una vez al año, solo por un año, en una ceremonia donde se le entroniza como jefe de la Logia.
«Es una ceremonia muy importante porque da comienzo a lo que es el año masónico en los talleres de la Gran Logia de España», puntualizó. En este sentido, quiso agradecer la invitación a la isla donde ayer pudo presenciar una ceremonia y hoy estará presente en otra.
Ibiza cuenta, a día de hoy, con 75 hermanos y «lo mejor es que está entrando gente joven, algo que es esencial porque necesitamos relevo generacional», comentó de Alfonso. La realidad estaba presente en la rueda de prensa en un joven de 23 años que es masón e hijo de un masón.
Tampoco quiso olvidarse de recordar que, aquí, se recaudan alrededor de 6.000 euros anuales destinados a proyectos de caridad, beneficencia y solidaridad. «Ayudar al prójimo es bueno, pero nosotros tenemos que dar formación masónica» explicó el Gran Maestro de La Logia de España quien aseguró estar luchando por integrarse en la sociedad. «La Masonería ha estado cerrada durante años, pero necesitamos salir. No somos un lobby, ni un grupo de presión, ni un partido político, ni un sindicato. Queremos ayudar en beneficio de la sociedad». Así, a la pregunta sobre la situación que se vive en Cataluña la respuesta fue contundente: «no podemos opinar porque es un tema político». Aún así, de Alfonso recalcó que desde la Gran Logia de España se ha hecho una declaración institucional mostrando su preocupación al tiempo que piden recobrar la armonía.
La Masonería en España, al contrario de en otro países Europeos, está creciendo y desde 2010 ha aumentado en un 25%. «Aún así, estando en el 2017 hay masones que lo mantienen en secreto. Hay que salir de ese armario que ya huele a naftalina porque la sociedad nunca nos va a aceptar si nosotros no salimos a ella», concluyó de Alfonso.