Agentes de la Guardia Civil acordonaro ayer al mediodía una zona del aparcamiento público del aeropuerto de Ibiza después de que saltaran las alarmas ante el hallazgo de un vehículo robado. Al parecer, y según las fuentes consultadas, el vehículo estaba abierto y destripado en su interior, es decir, con cables colgando, por lo que se decidió activar el protocolo como si de una alarma de bomba se tratara. Esta situación tan solo duró unos pocos minutos después de que los agentes descartaran que hubiera algún artefacto explosivo en su interior y el aparcamiento volvió a la normalidad.
La operatividad en el aeropuerto de es Codolar no se vio afectada en ningún momento, tanto en la terminal del aeródromo ibicenco como en las pistas de aterrizaje.