«Urbanismo a la carta y puro electoralismo». Así definió ayer la portavoz parlamentaria del PP, Margalida Prohens, el decreto ley que agiliza trámites urbanísticos para construir colegios, residencias y centros sanitarios y que hoy tiene que convalidar el pleno del Parlament.
El decreto ley, que la oposición criticaba cuando gobernaba el PP, permite aprobar propuestas del Govern simplificando el trámite parlamentario y sin opción a presentar enmiendas en comisión. Desde que gobierna el Pacte, esta figura se ha utilizado siete veces. El Govern de Bauzá aprobó 30.
El decreto que hoy convalidará el Parlament, ya que tiene el apoyo de los partidos de izquierda y ni PI ni C's votarán en contra, se utilizará para construir una escuela en Caimari, las obras de Son Dureta y el aparcamiento de Son Espases entre otros proyectos.
«Al PP nos ha sorprendido que la izquierda haga urbanismo a la carta, saltándose cualquier normativa autonómica y estatal, sin limite de tiempo y sin casuística», indicó la diputada ‘popular'.
Según Prohens, el Ejecutivo autonómico «no ha hecho los deberes» y ahora se tiene que «saltarse cualquier normativa superior» para poder realizar estas infraestructuras.
Zonificación turística
Alberto Jarabo (Podemos) y Joana Aina Campomar (Més) salieron al quite. El primero indicó que «es muy diferente encargar Palmas Arenas y óperas» (en alusión al proyecto que Jaume Matas encargó al arquitecto Santiago Calatrava) que colegios y residencias sociales». Campomar afirmó que «el PP sí hacía urbanismo a la carta pues muchos de sus proyectos tenían nombres y apellidos». Y añadió que «los que promueve el Govern son para todos».
Jaume Font (PI) dijo que su partido ya advirtió de lo que podía pasar cuando se aprobó la Ley de Urbanismo. No votará en contra, seguramente se abstendrá. Votaría a favor si el Govern acepta que el decreto se tramite luego como proyecto de ley.
Jaume Font preguntará hoy a Armengol si está dispuesta a considerar la revisión de la zonificación que prevé la ley turística.